Hoy nuevamente nuestro país vuelve a mirarnos. La noche de ayer fue fértil en piropos, charlas, con los distintos emisarios que tiene nuestro club: leeremos presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, presidente del Club de la Agrupación Deportiva Ceuta e incluso un jugador de fútbol emisario de un programa deportivo.
Aparte de pasarlo bien, que es el fin de estos espacios deportivos, hubo una buena publicidad de nuestra querida Perla del Mediterráneo, y eso es lo principal.
Tuvimos que viajar hacia la novatada, en el vestuario donde el nuevo recibió toda clases de collejas, menos mal que no hubo una denuncia por una sana costumbre.
Pero lo que escuche hoy, y no ayer, fue la declaración de ese mister caballa que estará ahora con los nervios a flor de piel.
Sus declaraciones en un medio ceutí fueron preciosas, que el mantendría su forma de concebir el fútbol, sea en la división que estuviera.
Pero hoy está el especialista de ese fútbol total, de la naranja mecánica, del tiqui-taca, y como se le quiera decir.
Hoy es un día importante, donde nuestros jugadores deben de tener una cosa clara, son un club modesto, que ha tenido un gran regalo el Fútbol Club Barcelona, y lo único que deben hacer es jugar al balónpié, lo mejor que sepan y le dejen hacer. No a los experimentos, pero si al sentido común.
De animar, seguro que los aficionados caballas, aunque divididos por el corazón y por el honor de ser de Ceuta, estarán con ellos hasta la muerte.
El resultado es lo de menos. Lo principal es donde estamos en nuestra querida Ceuta y delante de uno de los clubes más grandes del mundo. Y lo principal es que toda España ha sabido donde se ubica esta pequeña y a la vez patriota ciudad autónoma de Ceuta.