El Consejo Superior de Ulemas, máxima autoridad religiosa en Marruecos, recordó ayer que las mezquitas permanecerán cerradas durante el próximo mes de ramadán que comienza el fin de semana, por lo que recomendó que las oraciones se realicen en los domicilios de los creyentes.
La destacada institución islámica presidida por el rey Mohamed VI, en su calidad de "comendador de creyentes", consideró en un comunicado que la "charia" (ley islámica) da la prioridad a la protección de la vida por encima de cualquier otra consideración, incluidas las oraciones colectivas obligatorias o voluntarias.
El rey -recordó el comunicado- "cuida nuestras vidas, primero, y del cumplimiento de nuestra religión, en segundo lugar, y es el más interesado en abrir las mezquitas, pero cundo las condiciones lo permitan".
Los rezos típicos del ramadán, conocidos como tarawih y que tienen lugar en horario nocturno, suelen atraer a masas de gente que desbordan los recintos de los templos y ocupan calles enteras, cosa que ahora está prohibida por el gobierno, como cualquier otra reunión.
Por ello, el Consejo recomendó a los fieles celebrar esas oraciones en sus casas de forma individual o junto a familiares que no representen ningún riesgo de contagio.
El pasado 16 de marzo, el Consejo Supremo de Ulemas emitió una "fatua" (dictámen religioso) que autoriza al Gobierno marroquí cerrar las 51.000 mezquitas del país (todas dependientes del Estado) como partes de una serie de medidas para frenar la propagación de la pandemia.
Hasta ayer, se han detectado en Marruecos 3.209 casos de contagio de coronavirus, de los que 145 han muerto y 393 han sanado.