La seguridad constituye un arma de doble filo según cómo se maneje. Su manipulación ha sido aprovechada por los partidos políticos persiguiendo sus propios intereses y no el beneficio de la ciudadanía. Vox sabe bien de esto, aprovecha los sucesos que ocurren y los que se inventa para ejercer una manipulación buscando crear miedo, utilizando además las estadísticas a su antojo.
Si un balance oficial del Ministerio del Interior no les resulta beneficioso porque no dibuja esa Ceuta comida por los ogros que tanto promulgan sencillamente o no lo utilizan o lo alteran. Han llegado a cuestionar el hecho de que no ocurran sucesos para deslizar que alguien los está ocultando a la opinión pública, es decir, tildando a las fuerzas de seguridad de cómplices del gobierno cuando no hay nada que guste más a la Policía y a la Guardia Civil que vender su gestión en forma de notas de prensa.
Si esas patochadas las hacen en Ceuta tampoco generan tanta escandalera porque en el fondo conocemos las artes, exposiciones, modos y maneras de este equipo de particulares patriotas. Pero si esas barbaridades que tanto hemos escuchado en los plenos trascienden a foros nacionales como el Senado o el Congreso la consecuencia es mucho mayor, resultando indecente que una parlamentaria que está representando a todos los ceutíes sea capaz de soltar burradas como que “antes en Ceuta los niños eran dueños de las calles y pasaban las tardes enteras jugando en ellas y ahora no pueden hacerlo”.
No sé qué ciudad pateara la senadora Merelo, autora de tan indigna frase, pero en Ceuta los niños juegan en las calles sin temor, toman los bajos de la Marina para hacer deporte y ocupan los parques. Miente y lo sabe, miente e insulta a las fuerzas de seguridad porque decir que los niños no pueden jugar en la calle es pintar una Ceuta dominada por la inseguridad, lo que supondría dejar en evidencia el debido y obligado control que tienen que practicar policías y guardias civiles.
La manipulación de conceptos como el de la seguridad es peligrosa pero además genera un daño a la imagen de una tierra que intenta vender su proyección al exterior. Aquí suceden episodios violentos como en todos los territorios del país pero aquí también tenemos unas fuerzas de seguridad que con su trabajo han conseguido éxitos hasta conseguir rebajar las cifras de criminalidad.
No se puede utilizar el cargo de senadora de todos los ceutíes para aprovecharse de esta forma y mentir con tal de meter con calzador las ideas que solo esta formación tiene en su cabeza. Que insulto para senadores anteriores que sí defendieron Ceuta tener que aguantar estas esperpénticas intervenciones.
No se puede esperar más de una formación política que no tiene ni programa ni principios éticos. Es evidente que solo a través del miedo podrán acercarse a sus objetivos para alcanzar el poder y así beneficiar a los ya privilegiados. Esto solo se puede combatir con educación, criterio y una notable perspectiva crítica, el problema es que esta sociedad, adormecida por el soma de las pantallas y el sesgo negativo, tiende a creer estas miserables mentiras. El trabajo para desmontar tan basto arsenal de falsedades es enorme. A esto se enfrenta la izquierda, que más allá de tener fuerza para presentar un programa político, tiene que lidiar con estas calamidades que le restan tiempo y energía. Solo espero que la ciudadanía de Ceuta tenga convicción y sentido de lo público, y vote con consideración.
Llevas toda la razón, Echarri. VOX miente mucho; Ceuta es una ciudad muy segura, porque no hay robos, no hay tiros, no hay drogas, puedes ir por la calle hablando con el móvil sin temor a que te lo arranquen de un tirón, puedes pasear por el puerto a las 9 de la noche, con toda tranquilidad y hasta puedes dejar la puerta de tu casa abierta mientras duermes, porque ni nadie va a entrar a robarte y mucho menos a ocupártela. ¡ Los de VOX, son unos mentirosos !