Hay momentos en los que sería mejor que estuviéramos en una pesadilla pasajera que ser invitados de la tristeza profunda por la muerte de un ser querido. Mientras venía de regreso a Ceuta de una campaña científica en el mar de Canarias se producía el suceso de la muerte del bueno de Tafi. Un ser humano querido por todos, un miembro bondadoso de una familia de musulmanes caritativos y esencialmente buenos. Conocemos a la familia buena a través de sus actuaciones y del apoyo humano que concitan a su alrededor y por eso ayer cuando fuimos a reconfortar a nuestra querida Samira, hermana pequeña de Tafi y la persona encargada de la administración del Museo del Mar y de Septem Nostra, vimos una vivienda desgarrada a la par que empapada por el amor y la amistad.
Abrazada a nuestros cuellos y hombros lloraba lágrimas y gemía por su hermano súbitamente fallecido y nos mostraba una vez más su sincero vínculo de amistad con nosotros. Su mujer y su hija estaban desechas por el dolor y alrededor de ellas las mujeres acompañaban serias y serenas con sus elegantes y adecuadas vestimentas. Semblantes tristes y condolencias por doquier, gentío que no cesaba de penetrar en la vivienda; musulmanes, cristianos y no creyentes unidos alrededor del culto a la amistad que atraviesa todos los credos y emana de las propias entrañas de la biosfera. Dentro de lo desgraciado que son estos momentos para los familiares y amigos muy cercanos también es posible hacer nuevas relaciones con personas que no conocíamos y que hablan del finado con gran entusiasmo y profundo sentimiento de amistad.
Especialmente queremos recordar a su fiel amigo Jesús con el que ha compartido tantas jornadas de trabajo en beneficio del partido popular. Los dos han sido militantes y se han comprometido mucho con el partido durante una época de sus vidas y, al haber compartido viajes, se conocían muy bien y se querían sinceramente; Jesús tiene una barba muy poblada y unos brillantes ojos azules así que fue muy reconfortador verlo como se le saltaban las lágrimas hablando de su amigo. Fue como ver a un guerrero de los mares del norte llorar por un amigo caído. Tafi fue una persona muy cercana al ser humano, amable y compasivo y dejó una gran huella en las personas que ayudaba.
Durante su etapa de conductor de ambulancias siempre trató de forma exquisita a sus enfermos, sobre todo a las personas mayores, que se estaban acercando, por razones obvias de su edad, al final de sus días. Los familiares de esos pacientes nunca olvidan los detalles con sus mayores y en eso Tafi se comportaba de forma impecable. Quizá habría que recordarlo a través del ejemplo dado por sus padres, cuando se reparte bondad en presencia de los hijos y se realiza el acto de la caridad con los más necesitados se crea una huella imborrable que muchos de los comentarios vertidos en el faro no olvidan y agradecen.
Por ello, no es en absoluto extraño que Tafi fuera tan querido también durante su etapa en la política local formando parte del equipo de Juan Vivas, primero ocupando un puesto en el área de medioambiente colaborando con su amiga Yolanda Bel, que por cierto, ha sido quizás el cargo de medioambiente que más ha trabajado por Ceuta en este campo, también estuvo presente en el velatorio de Tafi, al que apreciaba sinceramente.
Posteriormente, fue asesor directo en cuestiones relacionadas con las barriadas. Siempre preocupado por los demás e intentando hacer más de lo que se podía hacer dadas las dificultades inherentes al ejercicio del poder y a la gran red de intereses que se interponen entre el hombre decente y honrado y su labor en pro de lo que es justo y necesario. Sin duda que su labor en las barriadas fue muy estresante, una ocupación excitante para un alma como la suya con grandes deseos de ayudar al prójimo pero también inadecuada para alguien con una diabetes no precisamente suave. El solo estrés que causa el teléfono móvil sonando a todas horas y la pléyade de personas planteando problemas de todo tipo suele ser suficiente para hacer progresar cualquier dolencia que se tenga. La familia de Tafi ha tenido que tratar con las enfermedades de manera habitual y también ha sufrido unas muertes algo prematuras de sus progenitores. Lo de Tafi, sin embargo, no se esperaba pues ya había dejado de trabajar y estaba disfrutando de su familia y amigos con tranquilidad, habiendo superado los momentos peores de la enfermedad que le afectó tanto en el pasado.
José Manuel Pérez-Rivera tuvo la suerte de tratar con él cuando trabajaba en un cargo de responsabilidad en el anterior plan de empleo. Siempre me contaba lo bueno que era trabajar con el hermano de nuestra Samira en diferentes asuntos en los que tanto la Delegación como la Ciudad tenían que colaborar, y en este sentido era un político poco convencional pues no se creaba enemigos ni buscaba prebendas, y además su labor siempre ha sido reconocida por los adversarios políticos pues su mayor afán era el progreso de Ceuta y sobretodo en el área de servicios sociales, actuando aquí y allá donde las carencias y los problemas necesitaban soluciones. Un gran hombre de y para las barriadas de su querida Ceuta. Los comentarios de los musulmanes y cristianos que lo conocían y amaban coinciden en que el espíritu de Tafi estará gozando de la gloria y de la luz inmortal. El coro de plegarias islámicas que oímos en la casa donde se encontraba de cuerpo presente el político de las barriadas nos reconfortó mientras nos íbamos alejando del dolor. Por nuestra parte, nos gustaría pensar que existe un ciclo que todos debemos cumplir y que debemos pasar a otros estadios, pues todo este entramado de la existencia será cualquier cosa menos casual. Por ello, nos gustaría incluir una plegaria muy nuestra que puede servir para todo lo que vive y que nos importa con un aire trascendentalista pero que no reposa exclusivamente en un credo concreto y quizá a la vez en todos. Reconoce que la vida es sagrada y eso nos debería unir a todos en la misma creencia pues somos hijos de la biosfera y el universo.
“Ofrecemos nuestro respeto a la gran diosa madre creadora de todo lo que vive y habita sobre el planeta y en cualquier otro mundo desconocido del vasto universo. Durga; Savaswati; Astarte; María; Venus; Meriem… te invocamos para pedirte que cuides del mundo y sus criaturas y nos des paz, sabiduría y entendimiento; protégenos de los males y ayuda a la recuperación de nuestros seres queridos y guíanos por el camino de la vida buena compatible con la biosfera hasta que seamos llamados a la continuación infinita del ciclo de la materia, la energía y el espíritu inmortal del ser”.
Para nuestro amigo Tafi llegó su momento y partió de una forma sosegada y apacible en los brazos de su esposa, pero estamos convencidos que vivirá no solo en los pensamientos y memoria de familiares y amigos sino por encima de todo en el espíritu inmortal de su ser.