Los derechos de la víctimas de la represión franquista aún sigue siendo una cuenta pendiente de nuestra sociedad. Queda mucho por hacer, de ahí que
la Unión General de Trabajadores (UGT) siga en su empeño de recuperar
la Memoria Histórica de Ceuta. Este año han decidido homenajear al
Doctor Enrique Santiago Araujo, víctima de la represión franquista y asesinado por el régimen franquista en 1936. Para rememorar su memoria y reconocer a su familia han celebrado un sencillo acto en
el cementerio de Santa Catalina frente a la lápida y junto a sus familiares en recuerdo de este joven médico asesinado por sus ideas políticas. El historiador ceutí y experto en Memoria Histórica de nuestra ciudad
Francisco Sánchez Montoya ha sido el primero en recordar la figura de este médico y más ciudadanos de Ceuta que fueron retenidos en contra de su voluntad. Se llamaba Enrique Santiago Araujo y era médico de profesión. Fue detenido en su casa un día de julio de 1936. Su crimen: haber asistido a un mitin socialista la semana anterior. Tenía 27 años. “Estuvo encerrado en la prisión de García Aldave y allí se encuentra con numerosos compañeros como el alcalde Sánchez Prado, el sindicalista y miembro del
PSOE, David Valverde Soriano, y muchos otros ceutíes que se habían decantado por el régimen republicano. Las madrugadas en la prisión eran lo peor y la tragedia y un presagio de nuevos asesinatos sin juicio”, ha recordado Francisco Sánchez Montoya. En la madrugada del 21 de agosto de 1936 fue sacado junto a seis compañeros más y “sus cuerpos aparecen en el depósito de cadáveres del cementerio de Santa Catalina con un disparo en la cabeza cada uno”. “Fueron enterrados en la fosa común, y sus familiares tras muchísimos ruegos y penurias consiguieron sacar su cuerpo y enterrarlo en este nicho donde se encuentra actualmente”, ha continuado el historiador. Un acto que también es importante para apoyar a sus familiares y recordar que estos también fueron víctimas de la represión franquista. “Para la mujer de Enrique, Maruja, y sus hermanas no fue fácil salir adelante, les costó mucho trabajo y más en una ciudad pequeña, donde todo el mundo se conocía y era peligroso estar con ellos y sufrieron muchísimo”, concluyó. En el acto también han estado presentes el secretario general de UGT Ceuta, Juan Carlos Pérez; el secretario general de UGT a nivel nacional, Pepe Álvarez; y familiares del doctor Enrique Santiago Araujo que han depositado sobre la lápida un ramo de flores que le han entregado los representantes del sindicato. Su nieto, Enrique Santiago Romero, secretario de Estado para la Agenda 2030, ha hablado en nombre de la familia.
“En toda España no hay un premio como este que no reconoce exactamente a la víctima de la dictadura como es el caso de mi abuelo, sino que extiende ese reconocimiento a la familia y a la mujer. Quiero agradecer a Juan Carlos Pérez, Francisco Sánchez y a Pepe Mata por el trabajo que vienen haciendo y a Pepe Álvarez por estar aquí”, reconocía Enrique Santiago Romero. Los ideales de libertad, justicia social y cultura asociados a la Segunda República Española fueron los que Enrique Santiago Araujo defendió por encima de todo y su nieto le ha puesto como ejemplo de esa lucha del pueblo contra la represión, aunque ha recordado a las otras cinco personas que murieron ese mismo día. Su abuelo tenía 27 años y “poco tiempo le dio a hacer cosas buenas y tampoco malas”. “Quiero recordar las palabras que dejó escritas mi abuelo en una carta y llevaba en el bolsillo de su chaqueta cuando fue ejecutado. Lo primero que dijo es que alguien atendiera a sus enfermos, personas de Ceuta con pocos recursos que eran atendidos en la casa del pueblo de UGT, y lo segundo, fue un recuerdo a mi padre, un huérfano más de la represión de este país. Y dejó un tercer mensaje de que no le llevaran comida a García Aldave, que estaba bien y que se los quedara la familia. Esto demuestra su carácter de entrega en unos tiempos difíciles”, recordaba su nieto. Un reconocimiento y homenaje también para los defensores y constructores de la democracia en nuestro país puesto en marcha desde el sindicato y que ha concluido con una interpretación de varias piezas al violín y un emotivo aplauso.