La Ciudad destinará una partida de 43.950 euros a las obras de mejora de accesibilidad a la playa de Juan XXIII, una licitación que gestionará la empresa municipal Obimace y que tiene un plazo de ejecución de un mes.
La playa de Juan XXIII se encuentra dentro del núcleo urbano y a la misma se accede a través de una rampa de hormigón situada en la Avenida Martínez Catena.
Pese a cumplir parcialmente con las normativas de accesibilidad vigentes, el acceso existente ha demostrado no ser eficaz frente a la fuerte acción erosiva del litoral, puesto que se ha descalzado el último tramo del mismo resultando impracticable para los usuarios.
Las actuaciones a acometer consistirán en la construcción de una rampa de madera pilotada de modo que se evite el proceso de socavación que sufren durante los temporales.
El objetivo es construir una rampa de madera que evite la socavación de los temporales
El acceso pretende solventar un desnivel existente superior a los cuatro metros, a través de una rampa en pasarela que se situará anexa al muro que delimita la playa. La pendiente máxima que fija las condiciones de accesibilidad y la escasa superficie que dispone la playa imposibilita que se consiga descender hasta la elevación de la playa sin tener que realizar un trazado con cambio de dirección.
Para minimizar la longitud del trazado de dicha pasarela se ha optado por retranquear el inicio de la misma unos 15 metros, a fin de llegar al inicio de la antigua pasarela a una cota menor de la actual, para lo que se reacondicionará la superficie hormigonada anexa de forma que haya un doble trazado, uno mediante la realización de cuatro rampas accesibles hormigonadas con pendientes del 10% en tres metros de longitud, tal y como establece la normativa para dicha pendiente máxima y otro mediante escalones que permita al resto de usuarios disminuir el recorrido de acceso a la nueva pasarela.
La normativa actual establece una pendiente máxima del 10% en los accesos
Dado que se modifica la elevación de dicha zona pavimentada, se proyecta restaurar la superficie situada junto a dicho acceso de modo que se dote de una superficie que permita la estancia de personas a modo de mirador.
A continuación, se dispondrá una pasarela de madera de casi 54 metros, la cual llegaría hasta el punto de derrumbe de la actual rampa para girar 180º y descender hasta la playa de forma paralela al trazado inicial de la misma. Este tipo de trazado ofrece mayor protección frente a temporales puesto que deja libre la zona anexa a la galería de pluviales en la cual se ha producido el derrumbe de la rampa actual, siendo dicha zona preferente en la acción del temporal.
A través de este diseño se ocuparía una superficie de playa similar a la que actualmente abarca la rampa de acceso y el talud de tierras anexo al mismo.
que alegria de tene un politicos tan responsables y preocupados por el bienestar de los siudadanos.
por sierto yo tengo una panadera pero compro el pan en el mercadona por que me da comision,o quizas por que el mio es una mierda.
no quiero ser tan mala gente el dia del patron de los pañoles,MAS JONRAOS TOS.