El Ministerio de Medio Ambiente ha autorizado la ejecución del enlace entre el puerto y la frontera al emitir una declaración de impacto ambiental favorable que ya ha sido publicada en el Boletín Oficial del Estado y con la que se da el visto bueno a la obra después de haber analizado las alegaciones presentadas. El proyecto, presupuestado en más de 43 millones de euros, pasa por la creación de un nuevo vial que tiene por objetivo aliviar el tráfico que soporta la carretera de la frontera además de dirigir todo el previsto en épocas puntuales como la OPE. Claro está que este proyecto nació cuando la Operación Paso del Estrecho arrastraba el tránsito de miles de magrebíes por Ceuta, algo que ha cambiado notablemente en la actualidad.
El nuevo enlace, con una longitud de 2,76 kilómetros, se iniciará en la avenida de España, a 100 metros de la glorieta de la entrada al Puerto, finalizando en la frontera del Tarajal. De acuerdo con el proyecto que ha obtenido el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente, la carretera se dividirá en dos tramos. Uno que comprende desde la glorieta de la avenida España hasta la N-354, de 1 kilómetro de longitud con dos carriles de 3,5 metros cada uno. Y otro desde la N-354 hasta la intersección del barrio del Príncipe, de 1,7 kilómetros de longitud, con 3 carriles de 3,5 metros.
El nuevo enlace prevé la construcción de un falso túnel, un túnel y un viaducto. Hasta llegar a la conclusión final que ha pasado por el análisis de Medio Ambiente se han estudiado cinco posibles soluciones para el trazado, cuyas diferencias se encuentran en la velocidad del proyecto, las soluciones en la zona de cruce con la N-354 y las soluciones para conectar con la N-352, siendo escogida la alternativa planteada para una velocidad de 60 kilómetros por hora, por sus ventajas económicas, técnicas, funcionales y paisajísticas.
¿Qué ha quedado en el camino? Pues otras ideas que proponían, por ejemplo, la construcción de un paso bajo el nivel del mar o la de un puente sobre el paseo marítimo.
La declaración de impacto ambiental incluye las medidas correctoras que se tendrán en cuenta en la redacción definitiva del proyecto de construcción, así como un programa de vigilancia ambiental. El proyecto de trazado fue redactado por la Demarcación de Carreteras del Estado en Andalucía Occidental con la asistencia técnica de la empresa consultora Cemosa-Estudio Pereda 4, siendo una variante de la actual carretera N-352 para la conexión entre el puerto y la frontera del Tarajal.
En el estudio, que se puede leer en su totalidad en el BOE, se han tenido en cuenta los impactos que la actuación puede tener en zonas claves como Benítez. A este respecto se indica que la obra no va a afectar a ninguno de los puntos considerados dentro de la Red Natura 2000 ni en la Red de Espacios Naturales Protegidos de la Ciudad, al ser la zona más cercana incluida bajo este paraguas la situada en Calamocarro-Benzú, ubicada a unos 1.200 metros de donde se llevará a cabo la obra.
A la hora de aprobar la declaración de impacto ambiental se ha estudiado además tanto la vegetación como la fauna que hay en la zona, considerándose, de la primera, que se trata de una vegetación “muy modificada” por la “acción atrópica” mientras que respecto de la fauna “existe escasa biodiversidad”. También se ha tenido en cuenta las estructuras patrimoniales y los yacimientos todos concentrados en la zona de Arcos Quebrados, que se corresponde con el tramo final del trazado. A la hora de aprobar la declaración se ha tenido en cuenta las consultas hechas por la Ciudad, Delegación y varias direcciones generales del Ministerio.
Las alegaciones presentadas por los organismos Durante el periodo de información pública se recibieron siete alegaciones, de entre ellas tres de particulares. Entre ellas se encuentran algunas interesantes que han tenido en cuenta, por ejemplo, los problemas de tráfico. Así se ha valorado con la creación de este enlace se puede captar un 30% del tráfico, se han tenido en cuenta además varias hipótesis de crecimiento para dimensionar la carretera, así como todos los enlaces y glorietas y el paso fronterizo mejorándose las conexiones con el Príncipe y el polígono del Tarajal. Se ha analizado la posibilidad de, en el trazado, crear más interconexiones con otras vías desechándose finalmente. Entre las alegaciones destacan también las referidas al impacto de la obra en la playa de Benítez desechándose, por ejemplo, el derribo de un edificio de seis plantas ubicado en la barriada.
Se ha buscado el menor impacto en la playa de Benítez C.E./ Ceuta
En la construcción del enlace puerto-frontera se ha tenido en cuenta el efecto sobre la playa de Benítez y la parte que ésta perderá, así como la seguridad vial derivada de las velocidades que se alcancen de acuerdo a los tramos. Según se indica en la declaración de impacto ambiental, la alternativa elegida es la que menos impacto genera en ambos puntos.
En el camino han quedado otras alternativas. Por ejemplo una que iba a provocar una densidad de tráfico muy importante en Villajovita. Era de hecho la opción más económica pero a su vez la considerada menos adecuada. También se ha desechado otra que concebía una ambiciosa obra bajo el nivel del mar con la puesta en marcha de un túnel. Era una de las opciones más caras pero que mejores resultados producía a nivel de tráfico pero no, en cambio, en la construcción del túnel.
Otras de las alternativas contemplaba la construcción de un túnel con tres carriles, disponiéndose uno para vehículos lentos. El impacto paisajístico era importante ya que el puente que se preveía construir pasaba cerca de las viviendas. También en el camino se quedó otra de las opciones que obligaba a rectificar el paseo marítimo y que podría afectar a las zonas industriales de construcción en el entorno de Loma Colmenar. Incluía además la construcción de un puente que podría generar un impacto paisajístico en Arcos Quebrados.
Así que encima de la mesa se ha quedado la opción que menores daños causa en la que se ha tenido en cuenta, según el promotor, una menor ocupación de la playa de Benítez. En concreto la afección a la playa se cifra en 211 metros cuadrados. El promotor la califica de “puntual” y de “escasa cantidad”; apuntando a que el impacto quedará minimizado con la construcción de la segunda fase del puerto “que lleva asociado el anteproyecto de estabilización de las playas de Benítez y de San Amaro. Estas actuaciones incluyen una modificación del perfil costero de la playa de Benítez”, concreta.
En las soluciones dadas con esta alternativa se ha tenido en cuenta, por ejemplo, el empleo que se dará a las tierras sobrantes de la obra, indicándose que buena parte de las mismas podrían utilizarse para continuar con el sellado de Santa Catalina, además de que también se destinarán al vertedero de Makerel en Piniers. Obras y paro En cuanto a la afección que las obras pueden tener en algunas especies se ha contemplado adecuar los trabajos a determinados meses del año. En relación al patrimonio se hará un estudio para conocer la existencia de indicios sobre hallazgos arqueológicos, trasladando esta información a la Ciudad a través del área de Cultura.
En el proyecto se tiene en cuenta el daño provocado por las expropiaciones y se calibra demás el aumento en la oferta de empleo por las labores de construcción del nuevo vial. Ante esto se asegura que se adoptarán medidas preventivas para hacer que las obras impacten lo menor posible en los vecinos afectados, atendiéndose además a las mejoras económicas que pueda haber para residentes en la ciudad. Entre los beneficios se destaca la disminución de tráfico en algunos puntos para mejorar la calidad de vida en la ciudad.
Durante la ejecución de la obra habrá seguimientos de cada una de las fases para la correcta ejecución de los trabajos.
Habrá un estudio acústico ante la cercanía del hospital C.E./ ceuta
La contaminación acústica será analizada en la construcción de este vial. Así lo indica el promotor de la obra respondiendo a una de las alegaciones de Septem Nostra que advierte, por ejemplo, de la cercanía del Hospital Universitario y de núcleos residenciales que antes de idearse esta magna actuación no existían.
La asociación propone que se adopten medidas correctoras para minimizar esa contaminación acústica y obtiene una respuesta más o menos acorde del promotor. Así las cosas existe un compromiso de llevarse a cabo un estudio acústico exhaustivo sobre ese impacto aunque, aclara, “dada la diferencia de nivel de más de 17 metros respecto al hospital se prevé que haya una baja afección por ruido”, sentencia.
Además durante el periodo en el que duren las obras se asegura que el impacto acústico “será temporal” pudiendo afectar a las “zonas residenciales cercanas, al Hospital y a las comunidades faunísticas”. Es por ello que se ha contemplado adoptar algunas medidas preventivas como “un adecuado mantenimiento de la maquinaria de obra para disminuir el ruido producido, la utilización de rozadora y la prohibición de voladuras durante la construcción del túnel además de la programación de las actividades de obra de forma que se eviten situaciones en que la acción conjunta de varios equipos o acciones causen niveles sonoros elevados durante periodos prolongados de tiempo o durante la noche”.
Para evitar que se superen los niveles de ruido permitidos una vez que termine la obra se han establecido una serie de medidores teniendo en cuenta distintos puntos, diferentes distancias a zonas concretas además el hecho de que la contaminación acústica se produzca de día o de noche.