La titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Ceuta ha dejado visto para sentencia un juicio por un delito de lesiones por imprudencia grave. El acusado, LA.R.R., se enfrenta a la pena de 18 meses de multa a razón de 20 euros diarios, así como a la inhabilitación especial para el ejercicio de la medicina durante el periodo de 3 años. La responsabilidad civil fue abonada antes del juicio a la víctima por lo que la Acusación Particular que representaba al Ingesa se retiró. En esta vista, que se ha celebrado este lunes, se ha enjuiciado el delito penal, en el que el Ministerio Fiscal ha solicitado una pena condenatoria, mientras que la Defensa ha pedido la libre absolución de su representado.
Los hechos a los que se han hecho referencia en este juicio ocurrieron en mayo de 2019. En octubre, la víctima acudió al Hospital Universitario para la realización, por parte del servicio de Urología del Ingesa, un TAC abdominopélvico en el que se detectó una piedra en el riñón izquierdo. El problema radicó en que al entrar en el quirófano, meses después, el médico se equivocó y le colocó el catéter en el riñón derecho, en vez de en el izquierdo. Una situación que el acusado ha reconocido admitiendo su equivocación, pero que se debió a un error humano como consecuencia de una sobrecarga laboral. “Lo dejé plasmado” en el informe, y además ha añadido que ese informe contó con el consentimiento del denunciante. “El error humano existe y más cuando en una jornada de 6 horas atiendes a más de 60 pacientes”, ha añadido el acusado.
Jornadas laborales de mucha presión
En lo que se refiere al perito demandado por la Defensa, ha expresado que tanto el catéter que se puso por error como el correcto se realizaron perfectamente, sin incidencias, y sin perforar el riñón. Asimismo, el jefe de la Unidad de Urología del Hospital Universitario ha insistido en la “carga de trabajo” a la que están sometidos los profesionales lo que ha sido denunciado en varias ocasiones ante Ingesa. Además, ha añadido que la víctima dio el consentimiento para la colocación del catéter en el lado derecho.
Por otra parte, el perito que realizó el primer informe ha señalado que las lesiones se pudieron causar por colocar un catéter equivocado. Ha añadido que el error se cometió en la inclusión de los datos en el informe. Ha asegurado que es posible que en la operación el médico comprobara que se estaba colocando en el lado sano. Eso sí coincidió con el otro perito que no hubo sangrado, ni perforación del riñón.
La víctima, por su parte, ha señalado que él le dijo en varias ocasiones que era en el lado izquierdo y que incluso le llegó a gastar una broma en la que expreso que “el izquierdo, desde que está Pedro Sánchez en el Gobierno… todos los problemas son del lado izquierdo”. Por esta “broma” dice que lo recuerda perfectamente ya que provocó la risa del acusado. “Sentí molestia en el lado izquierdo el día después de la operación, y al pedirle el informe a mi mujer me di cuenta de que se habían equivocado”, ha incidido. La víctima ha reconocido que su mayor error fue no leerse el informe previo y firmarlo creyendo que era un consentimiento de la operación. Lo que sí ha querido dejar claro es que sí ha sufrido una perforación del riñón.
El Ministerio Fiscal pide inhabilitación del médico
En la lectura de los informes, el Ministerio Público ha seguido con su escrito inicial y ha solicitado una pena condenatoria. El Fiscal ha explicado que no hay duda de que existe un error humano, pero que hay un perjuicio importante al paciente. Lo único que hay que valorar, según la Fiscalía, es la grado de imprudencia para conocer el delito.
La Defensa, por su parte, ha pedido la libre absolución de su representado con todos los pronunciamientos favorables. Ha incidido en que no existe un error mayúsculo para la condena que se le está solicitando al acusado y que no hay daño alguno en ningún órgano. Ha insistido en que no existió ni sangre, solo una molestia. Por último ha añadido que la víctima firmó el consentimiento del informe erróneo por lo que queda demostrado que un error humano le puede pasar a cualquiera.
Vaya porquería la sanidad pública española. Es buena si la comparamos con la de Perú.