La frase hecha “para mear y no echar gota” expresar incredulidad o sorpresa, normalmente con cierto aire de cabreo o hastío. Como la sensación de intentar mear y no poder por tener una infección o inflamación. También hay otra expresión escatológica: “Cagarse con la pata abajo”; nos referimos a una descomposición o apretón. El dicho “habla de mierda el cagado” indica que el que crítica algo no practica con el ejemplo y hace lo que critica.
No es que esté CAÑONAZO tenga intención de presentar un tema escatológico pero no está de más la entradilla para ilustrar lo que aquí voy a exponer.
Este CAÑONAZO va dirigido a Alejandro Ramírez , consejero de Fomento y responsable de empresas municipales (Emvicesa y Amgevicesa).
Señor consejero, en nombre de todos los usuarios del parque canino, me atrevo a comunicarle que el aseo habilitado permanece cerrado después de haber sufrido una avería.
Fueron más de dos años de lucha, reivindicación y correos electrónicos dirigidos a la consejería para animarles a poner en marcha el proyecto de mejora del recinto. Creo que el Gobierno de la Ciudad liberó 40.000 euros para llevar a cabo tal efecto. Al no ser técnicos, nos preguntamos por qué se habilitó para el WC una caseta de feria del año de la polca; aunque todos nos abrazamos y lloramos de emoción por el logro conseguido. Sabemos que poco dura la alegría en casa del pobre, pero nuestras ganas de miccionar no cesan pues somos muchos usuarios los que sufrimos el tema de próstata lo que supone una necesidad perentoria utilizar el mingitorio.
Ya no le hablo de los trabajadores del parque que deben permanecer en turnos de 7 horas sin poder abandonar su puesto de trabajo.
Para más INRI, los servicios de la Marina solo permanecen abiertos en nuestra feria de agosto; Ignoro el motivo del cierre anual, pero eso es harina de otro costal.
Hace unos días un operario del parque canino tuvo que hacer uso de una botella de plástico para poder hacer aguas menores. Si las aguas fueran mayores contamos con bolsas de basura de urgencias.
Ayer, sin ir más lejos, escondido en un recoveco y con la prudencia de no ser descubierto, logré evacuar la orina contra la pared de la zona acotada para perros peligrosos. El cólico nefrítico que sufro me ocasiona incontinencia.
Veo a los perros haciendo pipí y caca a sus anchas y siento envidia de esa libertad que les proporciona su naturaleza canina.
Sería un honor conocerlo personalmente en el recinto para explicarle in situ la problemática expuesta.
Dios lo guíe en su buen hacer y ofrecernos, de no ser posible la reparación del servicio, una solución alternativa.
En espera de sus noticias le mando un cordial saludo.
Muy bueno.