“Me echó spray en los ojos, me pegó, robó y no había ningún policía en la calle”

La mujer que sufrió el robo violento en Hadú explica que el atracador era joven e iba a cara descubierta

No deja de limpiarse la nariz que un día antes un chico le rompió para robarle la caja registradora. Lingzhupan recibe el apoyo de toda la clientela mientras no deja de atenderles y explicar cómo, por segunda vez en dos años, atracan con tanta violencia su tienda, ubicada en pleno centro de Sal José. Hace unos años, una mujer sacó un cuchillo cuando su hija, de 17 años, estaba atendiendo la tienda. Afortunadamente se quedó en un susto. Pero el domingo, la violencia del atracador, que iba a cara descubierta, ha sido mayor. Le rompió el tabique nasal. Lingzhupan, que lleva ya más de siete años en Ceuta, nunca pensó que le podía pasar algo así. “Mi marido salió a tirar la basura y yo me quedé con mi hijo pequeño, de cinco años”. Entonces entró un hombre pidiendo un refresco grande y ella le indicó dónde estaba. “No llevaba pasamontañas ni nada, a cara descubierta, era un chico normal, como tantos otros, no sé muy bien dar otros datos”. Se acercó a ella con la bolsa de patatas y de pronto sacó un spray y se lo echó a los ojos. “Me picaban mucho, no podía abrirlos apenas y le agarré por la camiseta mientras pedía ayuda y auxilio”. Había un hombre en la tienda, pero el miedo le paralizó y no pudo hacer nada por ella. “De pronto me pegó un puñetazo en la nariz y arrancó la caja y se la llevó con todo el dinero que había dentro, unos 500 euros... a lo que hay que añadir el valor de la caja registradora”. Entonces el hombre que había en la tienda llamó a la Policía cuando el joven salió huyendo y fueron a pedir ayuda “pero no había ningún policía en la calle, no había nadie...era domingo y llovía, era yo la única que estaba abierta”, lamenta. Los comerciantes de alrededor lamentan lo sucedido y explican que no se puede seguir con esta situación. A plena luz del día, eran apenas las 15:00 horas y ella reconoce asustarse mucho “porque no dejaba de sangrar y ya me trasladaron al Hospital, pero mi hijo estuvo por la noche vomitando de la impresión”.
Ella dice que va a poner cámaras de vídeo, que se siente insegura y que en Ceuta “ya no importa que esté con el negocio en el centro o en las afueras, pasamos miedo y pasan cosas en todas partes”. Los vecinos no dejan de decir que es muy buena mujer y que ya es una persona querida en el barrio. “No sería de aquí porque todas la conocemos”, piensan.

Varios ancianos han sufrido atracos al salir del banco de la zona

Las cosas ya no son las mismas en el barrio. Lo ha denunciado la Asociación Vecinal y ayer en la calle todos lo comentaban. Lo que llaman “la otra cola del Inem” provoca que sean muchos los desconocidos que se acerquen cada día a la zona esperando una oportunidad para poder trabajar y también cada vez son más las personas “raras y con mala pinta que esperan la mínima para cometer un robo”. Han sido ya varios los ancianos que han sufrido atracos un poco más allá de la puerta de la sucursal bancaria cuando acudían para cobrar sus pensiones y los tirones de bolsos ya son una tónica predominante. Hace menos de un mes el presidente de la Asociación Vecinal de San José lo denunciaba poniendo en alerta a las administraciones competentes porque la ciudadanía se sentía insegura. “Si esto pasa a las 15:00 horas de la tarde ya tienes hasta miedo a salir cuando es de noche, pues imagínate... cosas así nunca habían pasado en esta zona, siempre tranquila, pero de unos años a esta parte siempre hay alguna noticia de estas que todo el mundo comenta”. Lamentan además que no exista Policía los fines de semana “porque la muchacha se ha visto sola y eso no puede ser, porque los fines de semana los ladrones no descansan”. Esta vez le ha tocado a una mujer que lleva más de siete años en Ceuta, primero trabajando en un restaurante y luego montando su propio negocio que atiende a sus clientes desde hace cinco años en la barriada de Hadú.

“A una mujer el domingo le robaron al salir de su coche”

El domingo de madrugada una mujer aparcó como de costumbre en la zona de su barriada, en Los Rosales, y unos atracadores al bajarse del coche se abalanzaron contra ella robándole el collar y las cosas de valor que llevaba encima sin poder hacer nada para evitarlo. “La pobre se llevó un susto de muerte, imagínate, ya a las puertas de su casa, era de noche, pero vamos, que ya roban sin ninguna impunidad”, explica un vecino que conoce a la víctima lamentando la inseguridad de la zona.