Ancianos de la
Residencia de Mayores Nuestra Señora de África, en Ceuta, denuncian que el centro lleva desde el pasado noviembre con el ascensor principal averiado, teniendo que utilizar, para poder salir al exterior o bajar al comedor, el montacargas. Un transporte que, además, ha quedado recientemente varias jornadas fuera de servicio, quedando los usuarios atrapados en las habitaciones.
“El pasado sábado, el montacargas dejó también de funcionar y, al ser fin de semana, no vinieron a solucionarlo hasta este lunes. Los enfermeros tuvieron que estar subiéndonos la comida a las habitaciones porque nosotros no podemos bajar por las escaleras de servicio. Son cuatro pisos los que hay que subir y yo, por ejemplo, tengo noventa años”, declara uno de los afectados.
Explican que aunque ha sido arreglado de manera provisional, el montacargas no es seguro y que, para poder montarse en él, han de ir acompañados de alguien porque en repetidas ocasiones se ha quedado parado a la mitad del trayecto: “Dependemos de las enfermeras para poder subir y bajar porque se queda bloqueado y por lo visto lo que han hecho ha sido repararlo provisionalmente a la espera de que llegue una pieza que hace falta. Yo cogí el truco de bajar hasta el sótano cuando ocurría, pero ya no nos permiten usarlo solos por precaución”, argumenta una de las
usuarias. Lo estamos pasando muy mal, nos sentimos abandonados. El centro está que no se reconoce y no parece que haya intención alguna de poner en funcionamiento el ascensor principal, no entendemos muy bien por qué”, comenta uno de los mayores de la residencia.
Una situación que tiene a los ancianos muy preocupados puesto que les imposibilita poder moverse con libertad. Algo que, según expresan, “es frustrante puesto que después de todo el tiempo que hemos estado confinados ahora que se puede ir un poco a tomar el aire, no podemos hacerlo porque no hay un ascensor”, indican.
Denuncian, además, que la residencia no tiene atención médica, solo enfermería y que el edificio tiene muchas deficiencias que hacen que la vida en este centro de la
Ciudad no sea fácil para los usuarios. Piden ser escuchados y que el gobierno de Ceuta tome cartas en el asunto lo antes posible: “Invierten en muchas cosas, pero a los mayores nos tienen dejados de la mano de Dios y deberían pensar que todos se van a hacer viejos y ponerse en nuestra piel”, concluyen los residentes.