Un matrimonio de mediana edad de Ceuta se ha llevado esta semana un susto morrocotudo al revisar el saldo de su cuenta bancaria en ING tras recibir una alerta sobre la existencia de posibles “movimientos fraudulentos” con sus ahorros.
Al hacerlo descubrió estupefacto doce cargos anotados a nombre de dos empresas locales dedicadas al juego en línea por un importe de entre 53 y 149 euros cada uno, en total cerca de mil que aparecen como retenidos por su entidad con cobros todavía no materializados de forma efectiva.
“Nosotros nunca hemos jugado, mucho menos en línea, porque no nos gusta ni el bingo, y tampoco utilizamos apenas la tarjeta de mi marido, que es en la que se han efectuado los cargos, para hacer compras por Internet”, advierte la mujer presuntamente estafada, que inmediatamente se dirigió a la Jefatura Superior de la Policía Nacional para poner la correspondiente denuncia.
Igualmente contactó con los asesores de ciberseguridad del Banco de España a los que fue remitida por ING.
En dependencias policiales, según ha explicado a este periódico, se encontró con “media docena de personas” que iba a alertar al Cuerpo de “lo mismo”.
Los agentes que la atendieron le explicaron que tendría que esperar a que ls cobros se ejecuten de forma fehaciente para denunciar y activar los protocolos existentes tanto para iniciar las investigaciones, por un lado, como para recuperar el dinero ante lo aparentemente flagrante de la estafa.
"Desconocemos si pudo ser clonada o cómo pudo ser utilizada"
“Solamente recordamos haber utilizado recientemente esa tarjeta en el cajero de un centro comercial y que la operativa fue ciertamente lenta, pero desconocemos si pudo ser clonada o cómo pudo ser utilizada, supuestamente, en esos negocios de juego en línea que supuestamente deben asegurarse de quién hace las apuestas”, indica la víctima.
Las estadísticas del Banco de España señalan que por cada 100 tarjetas operativas una registra una operación fraudulenta al año. El auge del comercio electrónico ha multiplicado estos delitos. Alrededor de tres de cada cuatro fraudes con tarjetas están relacionados con el comercio electrónico.
En los últimos meses, los bancos han extremado las precauciones para asegurase que todas las compras a distancia a través de tarjeta de crédito o débito requieren de una doble autorización por parte del titular, como, en general el resto de transacciones financieras como las transferencias o el pago de impuestos. A través de la aplicación móvil, el titular debe ratificar mediante la generación de códigos o clave su consentimiento.
Bancos y aseguradoras recomiendan que se extremen las medidas de precaución en las compras en la Red, así como no facilitar nunca claves o datos de seguridad de las tarjetas.
Bueno............no es por juzgar, pero raro es que no te des cuenta de unos cargos cuando se solicita por normativa PSD2 la autenticación de dos factores...................
Cuidado que puede ser falsa denuncia o realmente puede ser un fraude....
Nos avisaron el propio banco que tiene alarma contra el fraude, hay muchas familias que lo han sufrido como nosotros, ya está en mano de la policía, y tirarán del hilo hasta llegar a los delincuentes.
Esperamos que le caigan todo el peso de la ley, para que no sigan estafando a más familias