Esta semana de nuevo saltaron las alarmas por enésima vez en los Estados Unidos.
El nombre de Uvalde, una pequeña y tranquila comunidad de 16.000 personas en el centro del Estado de Texas, se suma este martes a una larga lista de los horrores que ha dejado la violencia con armas de fuego en este país. Salvador Ramos, un joven de 18 años de esta misma localidad, irrumpió en la escuela de primaria con pistola y un rifle de asalto semiautomático y “comenzó a disparar a quien estuviera en su camino, sin importar si eran niños, maestros o adultos”, antes de ser abatido por la policía en el interior. 19 niños y dos profesoras muertas. El tirador era alumno del último año del instituto de la misma localidad.
Así fue la crónica que recorrió como un reguero de pólvora las conciencias de una sociedad que arma hasta los dientes a sus ciudadanos para garantizar su seguridad.
De nuevo hablamos en las clases de Filosofía del "Homo homini lupus". " Si vis pacen para bellum". ( El hombre es un lobo para el hombre. Si quieres la paz prepárate para la guerra).
¿Es lícito que todo hijo de vecino pueda adquirir armas? ¿Qué metafísica reside en una potencial violencia sin límite?
Me sorprendió que los chicos y chicas de 1° de Bachillerato argumentaran los beneficios de esta ley plasmada en la Constitución de los Estados Unidos: Seguridad, legítima defensa, garantía de libertad, lucha contra cualquiera del que sospechemos una amenaza inminente.
Pocos alumnos defendieron otras opciones: Educar en valores, desarmarnos hasta los dientes, promover políticas disuasorias para reprimir cualquier tipo de violencia que nos lleve al caos de la inteligencia.
"El hombre es un animal político", decía Aristóteles, debe vivir con los demás hombres"
¿Legalizar las armas para todos los que las quieran comprar?
¿Sería una solución para la evitar conflictos, para disuadir al enemigo a tiro limpio de metralleta o para conquistar el ideal de una ciudad que ya pensará "muy mucho" reivindicar cualquier tipo de derecho? A punta de pistola poco se puede reivindicar.
¿Qué pasaría si votáramos en Referendum esta ley? Tal vez sea mejor no pensarlo para no hacer real una pesadilla que amenaza con despertarse.
Vivimos la violencia como si tomáramos una bolsa de pipas. Respiramos en las redes sociales, en los telediarios, en los informativos y en los lugares más insospechados la tiranía de la fuerza y la destrucción como victoria. Lo mismo nos compramos un tanque para ir a la playa por si las moscas.
Esto es la enfermedad cuyo remedio es la propia enfermedad. Para esta pandemia no tenemos vacunas.
La escuela debe construir murallas invisibles, barreras infranqueables hechas con ladrillos de diálogo, tolerancia, consenso, respeto, solidaridad. Aprender de la historia de la humanidad plagada de todas las atrocidades imaginadas.
Dar ejemplo en los actos cotidianos que como decía Gandhi : "No hay canino para la paz, la paz es el camino".
Esta cultura debe empezar en la cuna, debe ser la piedra angular de nuestro sistema educativo, debe saber que una convivencia democrática y progresista no debe mantenerse en un castillo de naipes.
Más Filosofía como disciplina fundamental en la docencia, más la enseñanza de personas que diriman las tensiones pensando que la humanidad es un fin en si mismo.
Ojalá que el único cañonazo que se escuche en nuestra Ceuta sea el cañonazo de las doce.
Citando a Miguel Hernández: "Tristes guerras si no es amor la empresa".