No deja de generar muchas preguntas la licitación que hace casi un año realizó Defensa al hilo de actualizar la normativa de la división horizontal de sus bienes inmuebles relacionados con viviendas, locales y estacionamientos. Además de preguntas, cierta suspicacia, pues el parque inmobiliario de Defensa en Ceuta es bien amplio, teniendo en su haber más de 1.400 viviendas, 92 locales comerciales y 197 estacionamientos o garajes. Todo ello supone una cantidad realmente grande, que asciende a más de 160.000 m2 de superficie catastral.
El objeto de dicho estudio pormenorizado atiende a una optimización de la gestión de estos bienes, pero también es cierto que, en muchas ocasiones, la división horizontal y la inscripción de cada una de las propiedades de forma separada e individualizada en el Registro de la Propiedad, además de este fin, y la de hallar las cuotas de participación en función de la superficie, parece indicar que es muy posible que algunas de estas propiedades sean puestas a la venta, aunque buena parte de ellas no son enajenables por la disponibilidad geográfica que precisan muchos de los militares que son destinados a Ceuta.
De forma habitual, el INVIED (Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa) realiza estas ventas para viviendas que ya no precisan y así se puede ver, incluso, en su web que, por otra parte, no refleja ninguna de las viviendas como venta en la ciudad.
Sin embargo, la liberación de ciertos inmuebles daría un respiro a Ceuta, que se ve muy limitada en estos recursos, tanto por la reducida extensión de su territorio como el retraso del PGOU, que impide que se construya a un ritmo ágil, a lo que se une la gran cantidad de superficie que acumula Defensa en cuanto a viviendas se refiere -pero no solo-, motivada sin duda por otros tiempos que no son los actuales.
Se trata de 162.000 m2 de superficie catastral, y una superficie registral de suelo de casi 70.000 m2 cuya gestión debe ser, sin duda, optimizada, lo que facilitará este contrato, ya adjudicado a una empresa que tiene tres años para finalizarlo. Obviamente,no todas son susceptibles de venta, pero las que sí, antes de seguir su periplo por el abandono o la infrautilización, deberían seguir este camino que ya el INVIED está realizando en algunas ciudades y que está sirviendo, además, para unas arcas que, en 2018 , apuntaba el Tribunal de Cuentas, necesitaba, pues el deterioro del valor de las mismas por su inutilización, generaba un coste adicional de mantenimiento difícil de asumir.