Marruecos ha vuelto a torear a nuestro país. Como Nación ha sido verdaderamente vergonzoso cómo hemos tenido que agachar la cabeza para esta primera salida de 190 de los 300 ciudadanos del vecino país. Al final no han sido ciudadanos que cuentan con pocos recursos económicos o que hayan pasado por una elección policial, sino que incluso los hay que han permanecido en establecimientos hoteleros de nuestra ciudad esperando la oportunidad por el cierre de la frontera. España es una nación soberana que tiene a centenares de marroquíes atrapados en Ceuta y, por tanto, es su obligación establecer los métodos para el regreso a su país. Sin embargo, no ha sido así. Es Marruecos quien nos ha dicho qué marroquíes entraban y quiénes no entraban. Ha sido verdaderamente alucinante. Ellos ordenan y nosotros obedecemos. Ya hemos dicho en muchas ocasiones que lo único que preocupa al Gobierno de España es el tema antiterrorista y las relacionadas con la inmigración, lo de Ceuta o Melilla es un grano que salió hace mucho tiempo y que se intenta llevar de la mejor manera posible siempre que no se moleste a los del otro lado. La respuesta ya la tenemos en la propia Delegación del Gobierno en Ceuta cuando se ha preguntado por el tema de la confección de las listas y se ha dicho de manera clara y contundente que si se quería saber algo más se llamara a Marruecos. Nosotros hemos sido los mayordomos: nos envían el listado, les hemos localizado y les hemos transportado hasta la frontera. Le hemos hecho el trabajo, pero no hemos podido entregar a todos los que tenemos y ser nosotros quienes decidimos los que se van de nuestro territorio. Hemos vuelto a dar un ejemplo que es verdaderamente lamentable para todos nosotros.
Hay vida sin Marruecos. SI siguen ustedes pensando con semejante ingenuidad terminaran con el bolsillo y el corazón partio.