El tráfico de drogas y pastillas entre Ceuta y Marruecos utilizando drones se ha convertido en un auténtico negocio que permanece activo a pesar de las distintas actuaciones de las fuerzas de seguridad. Es un negocio que ha venido, como suele decirse, para quedarse. En esta ocasión las fuerzas de seguridad marroquíes han sido las encargadas de interceptar uno de estos drones que contenía una carga de pastillas. Procedente de Ceuta, fue decomisado tras superar el espacio fronterizo, teniendo como destino Castillejos.
La Dirección General de Seguridad Nacional ha comunicado que este cargamento de contrabando fue interceptado junto al dron cuando volaba a baja altura en las inmediaciones del centro de la frontera. Tras su inspección se comprobó que llevaban de carga 870 tabletas de narcóticos médicos, es decir, de pastillas.
La Policía Judicial, bajo la supervisión del Ministerio Público competente, ha abierto una investigación para intentar dar con las personas que estaban detrás de ese traslado. De momento el servicio se ha saldado como un decomiso.
El negocio entre fronteras funciona de la siguiente manera: se introduce en Ceuta hachís a bordo de estos drones, mientras que se pasa a Marruecos pastillas o pequeñas cargas de cocaína. Las consecuencias del cierre fronterizo llevaron a idear una manera de tráfico de drogas mediante elevadores y así surgieron los llamados narcodrones.
Ha sido precisamente en Ceuta donde se llevó a cabo la primera operación de la Guardia Civil y de la Policía Nacional contra este tipo de tráficos, aprehendiéndose elevadores usados para el pase así como hachís. Después han llegado varios arrestos aleatorios, así como decomisos de drones que han caído al vacío con o sin droga. Esas intervenciones se han producido tanto en Ceuta, en zonas próximas a la valla o al Tarajal, como en Marruecos. Son el ejemplo de la actividad basada en el ingenio con tal de seguir alimentando el negocio de la droga.