La Salvamar Atria ha trasladado a Ceuta a siete marroquíes que estaban a la deriva a bordo de una neumática y que fueron avistados por un buque mercante a 23 kilómetros al noroeste de la ciudad. Se activó el protocolo, manteniéndose la tripulación del barco junto a la embarcación a la espera de la llegada de los integrantes de la unidad de Salvamento Marítimo.
Los siete jóvenes, todos varones, ocupaban una hinchable de color rojo con la que habían partido desde Ceuta, con ánimo de cruzar a la Península sin importar el estado del mar que, en ocasiones, se convierte en un trampa mortal para estas personas. Más aún teniendo en cuenta las condiciones en las que salen, hacinados y con embarcaciones que carecen de cualquier tipo de aguante y flotabilidad.
El ERIE de Cruz Roja se encargó del reconocimiento de todos los integrantes de la travesía, antes de su filiación policial para comprobar sus datos en el archivo.
Unas escapadas marcadas por la temeridad
Las salidas constantes de marroquíes desde nuestra ciudad marcan la tónica de los rescates llevados a cabo tanto por Salvamento Marítimo como por la Guardia Civil. En muchas ocasiones se sorprende a los propios inmigrantes preparando la salida, otras ya están en el mar. No solo parten grupos de adultos, como ha sido este caso, sino también menores. Y lo hacen usando embarcaciones endebles, incluso manguitos de los que emplean los niños para aprender a nadar. Son circunstancias que rodean una situación que se torna en complicada para su integridad física.
En esta semana Salvamento ha recibido varias alertas por la presencia de inmigrantes en el mar, algunos a bordo de embarcaciones tipo kayak y otros sobre neumáticos de vehículos que los emplean a modo de flotadores. Con la llegada del mal tiempo este tipo de travesías se convierten en peligrosas para quienes no aspiran más que a escapar de la ciudad.