El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, se ha reunido este lunes con el jefe superior de la Policía Nacional en Ceuta, Javier Nogueroles, y el coronel de la Guardia Civil, Gabriel Domínguez.
A la reunión, tal y como informa el Ministerio del Interior en su perfil de redes sociales, ha asistido el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez. Se trata de una de las reuniones que el ministro suele mantener con mandos territoriales, que ha servido para analizar y profundizar en la situación de seguridad que se da en Ceuta.
En este encuentro se han abordado diversos asuntos relacionados con la seguridad que competen tanto a la Guardia Civil como a la Policía Nacional. Un encuentro que se ha fijado además en un año que se presenta con cambios en el ámbito fronterizo con la puesta en marcha de la aduana comercial y el avance en la normalización del tránsito por el Tarajal.
En este mismo año se instaurará por vez primera en la historia de las relaciones comerciales entre Ceuta y Marruecos por el Tarajal, con un comercio ajustado a la propia arquitectura fronteriza para facilitar el traslado de mercancías de forma regulada, alejado del llamado comercio atípico que dejaba escenas tercermundistas con el pase constante de porteadores tanto en vehículos como andando, con los fardos a la espalda o, más tarde, en carritos.
Esa vuelta al tráfico de mercancías quiere hacerse con una regulación adecuada, pero ajustada el pase de pequeños vehículos, nunca camiones sino más bien furgonetas. Queda por concretar cómo será el de las personas, ahora encorsetado por la petición de visado.
Si los cambios en frontera son de relevancia, también lo es continuar con el golpe a la criminalidad en Ceuta. Una ciudad en la que, de acuerdo con los últimos datos oficiales conocidos, ha descendido el número de delitos y se han llevado a cabo operativos contra aquellas organizaciones establecidas y asociadas a los ajustes de cuentas con disparos de por medio.
Los datos que trascendieron a finales de año y que son de momento los únicos oficiales conocidos venían a significar un descenso del 14% en el acumulado de enero a septiembre, pero haciendo la comparativa con 2021 la caída era de hasta el 22%.
Estando la frontera abierta desde el mes de mayo se produjeron menos delitos, de acuerdo con dichas estadísticas.
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