Muy tranquilo fue recorriendo el peón las casillas. El se veía el amo del tablero, y todo era por estar bien custodiado de todas las piezas.
Le veían al principio de la partida, una figura más de las que había en las sesenta y cuatro casillas, pero pronto, el conductor de las mismas, decidió que sería la arma letal. Esa cabeza gigante podía partir cualquier puerta y obstáculo que se le pusiera por delante, a manera de ariete antiguo que fueron utilizados por las antiguas civilizaciones.
Y sin presumir en ningún instante, aceptó de buen grado esa faceta de protagonista y, paso a paso, se hizo fuerte en la zona que iba pasando por el tablero.
Todos los asistentes, espectadores, compañeros, amigos, iban quedándose admirados por esa custodia que iba teniendo en todo momento y ya había incluso que ponía nombre a este tipo de jugadas: “parece más bien un partido de rugby, donde la figura que tiene el balón, con esa forma no habitual, alargada, que está definido como ovalado, con cuatro paneles y con unas dimensiones y peso determinados, la conduce un hombre que es el corredor y al lado suya están los demás compañeros que le van dando protección para que pueda avanzar, todas las yardas posibles, o incluso conseguir un tanto”.
Nunca podremos adivinar, antes de un conflicto, en los tableros ajedrecísticos, cuál será la figura más destacada y en la cuál podremos afianzar una cosa fundamental: el triunfo de nuestras fuerzas, ante nuestro oponente.
Por ese motivo, se debe de pensar, muy seriamente cada movimiento que se haga durante la partida, ya que cualquier despiste puede conducir a una posición no deseada y provocar una ligera ventaja a nuestro oponente y eso entre grandes titanes de esta bella ciencia-arte, puede resultar muy malo para nuestros futuros intereses.
Por eso cuando algún compañero de afición, tiene un pequeño problema, todos debemos de ayudarle, de la forma que podamos cada uno, para que vea que no sólo tenemos en común una afición, sino que también eso que se llama amistad también está presente en este minoritario juego.
Ánimo Paco y siempre debes de mirar hacia adelante. Nunca pienses en lo mal que lo estás pasando en la actualidad, ya que el futuro es nuestro mayor baluarte y todavía nos queda un gran trecho por batirnos.
Sabes que una mano amiga siempre estará junto a ti. Y si tiene una pieza de ajedrez mucho mejor.