Según la Organización Internacional de las Migraciones en 2020 había 281 millones de personas migrantes internacionales, el 3,6% de la población mundial. De ellos 6,8 millones viven en España, prácticamente la misma cifra que hace 10 años. Las migraciones son inherentes a la historia de la humanidad, la movilidad humana es la que ha hecho evolucionar y prosperar las sociedades a lo largo de la historia. Por ello debemos estar orgullosos de una España diversa y, en consecuencia, más rica. Los y las socialistas hemos tenido siempre en cuenta el valor de las migraciones y los derechos de las personas migrantes. No en vano, los y las socialistas españolas llevamos en nuestra historia la migración y el exilio y sabemos el valor de la aportación que los migrantes y exiliados españoles han hecho a los países que los acogieron. Por ello reconocemos y promovemos el reconocimiento de la aportación social, económica y cultural que hacen a nuestro país las personas migrantes. Una aportación que niegan quienes promueven bulos que a su vez alimentan e instigan discursos de odio y xenofobia y ante lo cual la respuesta debe ser el relato constructivo y positivo, la realidad cotidiana de la convivencia en todos los ámbitos de la vida. Consideramos imperativo movilizar todos los medios oportunos para arrinconar los discursos de odio y xenofobia, con la legalidad y con la educación en la diversidad, en el respeto y la igualdad de trato. Los discursos de odio preceden a los delitos de odio. Creemos en el trabajo colectivo desde las instituciones públicas, partidos políticos, sociedad civil y ciudadanía para que el relato y el discurso propositivo y constructivo en torno a las migraciones sea el dominante. La realidad cambiante de la movilidad humana exige que continuemos con los avances normativos que estamos promoviendo desde el Gobierno de España. No podemos permitirnos el lujo de perder el talento, el conocimiento de jóvenes que han crecido en nuestro país, que se han formado gracias a nuestro sistema de acogida y condenarlos a la marginalidad. Construir ciudadanía con derechos y deberes nos hace mejores como país y para ello estamos poniendo remedio a vacíos normativos y crear así las condiciones necesarias que permitan que el potencial, las capacidades de las personas migrantes sean aprovechadas por ellas y por el conjunto de la sociedad. Las migraciones exigen un enfoque global como quedó plasmado en el pacto Mundial de las Migraciones y en esta línea creemos que también en el entorno europeo es preciso un enfoque compartido. Abogamos por un nuevo Pacto Europeo de Migración y Asilo basado en los principios de responsabilidad y solidaridad entre los Estados miembro. Los Estados que como España son primera línea de frontera europea no pueden afrontar solos las consecuencias de las llegadas a nuestras costas. El día de hoy hacemos memoria, España ha sido un país de emigrantes y hoy recordamos a quienes emigraron en el pasado y a quienes hoy forman parte de los más de dos millones y medio de españoles y españolas que viven fuera de España. Desde el PSOE trabajamos para que las personas nacidas fuera de España o que tuvieron que renunciar a la nacionalidad española como consecuencia de haber sufrido el exilio por razones políticas, ideológicas o de creencia, puedan optar a la nacionalidad española, así como en la supresión del voto rogado. Las migraciones suponen desafíos y oportunidades para las sociedades de origen y las de acogida. Pero estos desafíos deben ser afrontados sin cesiones en los principios y valores de solidaridad y fraternidad sobre los que se asienta nuestro país.