El colectivo argelino, integrado por casi doscientas personas, no aguanta más. Por eso, parte del amplio grupo que reside en el
CETI ha decidido marchar en manifestación hasta la plaza de los Reyes, en donde querían hacer una sentada, una protesta, para dar a conocer públicamente cuál es su situación. Su parada ha sido, finalmente, la de la Jefatura Superior, en donde buscaban respuestas entre la cúpula policial, después continuaron su ruta hasta la asamblea de la Cruz Roja. Algunos de estos inmigrantes llevan dos años esperando su salida de Ceuta sin éxito, mientras ven cómo los subsaharianos sí salen cuando solo llevan meses en la ciudad. Las protestas anteriores no han tenido éxito. Aunque se les prometió que las salidas se iban a acelerar, estas no llegan. Varios de los líderes de este colectivo llegaron a trasladar su problema a la Policía. No solo denuncian que nunca hay traslados para ellos, sino también que les pegan y que les engañan en esos intentos casi diarios por llegar a la península. Han gastado todo el dinero que tienen, han pagado por cruzar al otro lado siendo engañados por las pequeñas redes que operan en Ceuta. Algunos se encuentran sin posibilidad de contar con mayor ayuda económica de sus familias. Muestran los hematomas producidos por los golpes que, aseguran, han recibido cuando intentaban cruzar al otro lado. En las últimas semanas las fuerzas de seguridad han abortado varias salidas de argelinos hacia la península. Todos están registrados como residentes del CETI e incluso hay una amplia mayoría que pidió asilo, que el mismo está en trámite de ser o no aceptado, pero que no se les permite cruzar a la península.