Vecinos lamentan que se consienta esta “insalubridad” y la UCIDCE que invada parte de la ampliación del cementerio. Las críticas de los vecinos de la calle Claudio Vázquez contra la escombrera en la parcela junto a la mezquita Sidi Embarek se continúan acumulando como los cascotes que las vespas tiran en la ladera donde termina este llano.
Tras las últimas fotografías publicadas en este periódico en las que se comprueba cómo la Policía Local es testigo de uno de estos vertidos, fuentes del Consejo Benéfico y Religioso Luna Blanca explicaron este martes en los bajos de la mezquita que la autorización para el depósito de escombros con los que amplían la explanada está en trámite aunque, de momento, dispone de permiso hasta que se formalice. Desde la ONG detallaron que la parcela número 245 es de su titularidad con una extensión de 25.745 metros cuadrados, de acuerdo con las escrituras. Los mismos representantes de Luna Blanca avanzaron que permitirá aumentar el espacio dedicado a la musal-la o rezo al aire libre además de ser enclave de su carpa.
Consultado sobre esta controversia, Laarbi Maateis, presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta (UCIDCE) destacó que, de continuar esta práctica, estos residuos empezarán a invadir los 14.000 m2 comprendidos en el proyecto de ampliación del cementerio musulmán, el cual ya está redactado y solo está pendiente de recibir luz verde por parte de la Ciudad. Hasta entonces, la Administración ejecuta una actuación parcial que dará un “respiro” de dos o tres años.
Maateis discrepó del dato de la extensión de la parcela aportado por Luna Blanca. “La parcela original sí tenía algo más de 25.000 m2, antes de que su segregación y que se ejecutaran varias compras y ventas. Unos 3.100 son de Luna Blanca; la Ciudad tiene la titularidad de más de 13.000 –para el cementerio– y el resto está repartido en calle del Valle Almazán”, calculó el presidente de la UCIDCE.
Quienes viven alrededor de la explanada lamentaron que las autoridades permitan la “formación de un foco de insalubridad” en la zona e instó a las autoridades a que hagan cumplir con la ordenanza de Limpieza Viaria y Residuos Sólidos Urbanos.
El descontento de los habitantes de las barriadas en torno a este centro de oración quedó patente a través de las declaraciones de algunos de ellos, quienes se preguntaron por qué no son trasladados al vertedero y la planta de residuos inertes en el barranco Piniers, gestionados por la empresa Makerel Medio Ambiental, S. L. “Por ahorrarse las tasas los dejan allí, ensuciándolo todo”, se quejó uno de los vecinos; “hay que tirarlos en el punto habilitado para este fin”. Como ya publicó este periódico, estas operaciones de descarga junto al templo musulmán se producen en ocasiones con presencia de la Policía Local. “¿Por qué abren expedientes en otros lugares de la ciudad y, sin embargo, hacen la vista gorda en el llano de Sidi Embarek?”, reprochó otro ciudadano a las fuerzas de seguridad.