La luna erguía floreciente encima de nuestro cielo. Todos la admirabamos y ella sonreía y nos quería decir algo. Será muy importante ya que no se movía. ?Nos daria alguna pista nueva?. Por este motivo seguía mirándola. Me preparo mi amigo un café. No deseaba perder punto. Y se interrumpió la visión. Paso una nube y me dio unos minutos de descanso. Pero volvió a estar allí. Ella me decía que nadie puede quitarle protagonismo, y por eso se deshacía de ese instante, donde parecía que se estaba poniendo guapa para una próxima exhibición. Y yo la creía ya que me quedaba perplejo. Me decían si estaba enamorado. Y yo reaccione diciendo que ojalá todo fuera tan sencillo y tan bello. Por mi estar allí era por pura casualidad. Pero daba gracias a Dios por poder ver, contemplar y gozar la observación de este astro.
Mi imaginación volaba y dentro de mi razonamiento comprendía porque tantos poetas habían escrito sobre ella.
!Es tan bella!.
Y quise juntar algunas letras para dar un poco de magia a estos instantes. Para no olvidarlo jamás. Para poder decir al mundo y mis congéneres que también soy sensible.
"Te vi y me rendí.
Especule pero no cedi.
Eres una princesa
y no te puedo dejar.
Sería una deslealtad.
Verte y dejarte con piedad.
Me siento y te siento.
Junto a mi aliento.
Yo me animo.
Y no me despego.
Mi corazón está parado.
Sin sangre y cuajado.
Ya que todo mi ser.
Quiere envejecer.
A tu lado.
No me dejes anonadado.
Ten un poco de piedad.
Y saldré de mi realidad.
Que mucho te amo
Y deseo tu mano.
Lejos me quedas.
Cerca te puedes animar.
Quiero pensar
Que dentro de ese mar
Podrás encontrarte
Para poder orientarte
Mis plegarias
Para que sean necesarias
Y por liberarme
De este come come
Que me tiene llorando
Mendigando con los recuerdos