Según la SER, fue él quien propuso la 'provechosa' compra de la empresa que habría permitido el desvío de fondos públicos en Latinoamérica
El nombre de Luis Vicente Moro sigue estando presente en las últimas novedades de la investigación de la Operación Lezo. El ex delegado del Gobierno de Ceuta fue el principal instigador de la compra de la ruinosa empresa brasileña Emissao por parte del Canal de Isabel II, en su época de directivo de Essentium/Asignia.
La compra de la ruinosa empresa brasileña que permitió las mordidas
Según la Cadena Ser, fue Moro quien ofreció a Ignacio González la compra de Emissao, tal y como se afirma en la investigación. El Canal de Isabel II compró la empresa brasileña Emissao Engenharia e Construçoes en noviembre de 2013 por 30 millones de dólares (21,4 millones de euros). Sólo un año después el valor contable de la misma era de cinco millones.
La compra se realizó a través de dos pagos dirigidos a un banco suizo y otro en un banco carioca Bradesco: el primero fue de 20 millones, el segundo de 5 millones y el tercero de 4,8 millones de dólares.
Justicia investiga en el marco del caso Lezo si se infló el precio de la compra de esta entidad brasileña a cambio de una comisión irregular. En el auto mediante el que ordenaba los encarcelamientos de expresidente regional, Ignacio González, y otros altos cargos del Canal, recalcaba que esta operación de contraventa estuvo repleta de "irregularidades", que se materializó "en contra de la opinión de auditores independientes" y que mediaron en ella "comisiones prohibidas".
"Moro me dijo que mi comisión iba a ser mayor"
En la última exclusiva de la Cadena Ser se detallan todas las confesiones que el juez que instruye el caso Lezo ha recogido durante meses para reconstruir cómo se sobrevaloró una pequeña empresa de aguas brasileña para cobrar unas comisiones ilegales multimillonarias.
En julio, en plena confesión de Edmundo Rodríguez, máximo responsable de Inassa, la empresa del Canal de Isabel II que explota sus principales negocios en Latinoamérica, aparece -una vez más- el nombre de Luis Vicente Moro: "Luis Vicente Moro me dijo que mi participación o mis honorarios o mi comisión o lo que queramos llamar iba a ser mayor porque ese dinero quedaría destinado a Ignacio González cuando lo pidiera, cuando me lo pidieran”.
A la pregunta del fiscal de si el ex delegado del Gobierno le informó de lo que cobraría Ignacio González, Rodríguez afirmó que sería lo mismo que él, aunque finalmente no cobró nada: "Yo cobre 2,3 millones, eso es cierto. Según Vicente Moro me había dicho, la mitad de esa cantidad debería haber sido para Ignacio González, estoy diciendo lo que me dijeron. ¿Qué es lo que hice? Por deformación empresarial yo no quería tener ese dinero en metálico, porque ese dinero se devalúa. Entonces… compré productos financieros, y para cuando me pidieran, cosa que no han hecho, pues para cuando me pidieran la liquidación de esas cantidades, yo quería que las cuentas estuvieran claras. Entonces dejé en una de las dos sociedades que creé la cantidad exacta y de ahí las trasferencias".
El fiscal planteó a Rodríguez si estaba guardando la comisión a González hasta que se la pidiera. "Así quedó al final de lo que yo sé. Yo estoy esperando a que Luis Vicente Moro me diga si o no. Lo que sé es lo que le he dicho, no sé más", respondió, añadiendo a continuación uno de los titulares más llamativos del caso a la pregunta del fiscal de si se considera testaferro de Ignacio González: "No me obligue a que me autocalifique".
Las mordidas de Moro
Luis Vicente Moro recibió 400.000 euros en efectivo, en concreto en la República Dominicana. Según la investigación y las informaciones de la Cadena Ser, Diego García Arias explicó al juez que Ignacio González autorizó un reparto de 6 millones de dólares si la operación de compra de Emissao salía bien.
Tres millones serían “para la gente de España”: dos millones para González y un millón para Luis Vicente Moro. Y los otros tres para la gente de Colombia: Edmundo Rodríguez, Ramón Navarro y Diego García Arias cobrarían un millón cada uno.
Ramón Navarro explicó que había cobrado una comisión de 1,4 millones de euros desde Suiza en una cuenta bancaria de una sociedad radicada en las Islas Vírgenes. De esa cantidad, según le ordenó su jefe Edmundo Rodríguez, le tenía que dar 500.000 euros a Luis Vicente Moro.
Una vez que García Arias recibió su parte, Edmundo le pidió ayuda para canalizar parte de la comisión a cuentas de Luis Vicente Moro. La investigación, según estas informaciones, ha podido acreditar que Moro viajó a República Dominicana en las fechas correspondientes a los pagos.