Los vecinos se están planteando organizar patrullas de vigilancia

Los responsables de la asociación de vecinos de la barriada Príncipe Alfonso han estallado tras los últimos capítulos de violencia armada vividos en la zona. Abdelkamil Mohamed ‘Kamal’, presidente, y Ahmed Enfedal, vicepresidente, han levantado la voz para lanzar un ultimatum a las autoridades competentes en temas de seguridad: “Hace falta una solución ya”. Les duele la boca de decirlo y de dejar clara que la solución pasa por aumentar la presencia policial en las calles del barrio, sobre todo durante las tardes y las noches. Ellos no reclaman unos agentes agresivos y en continua tensión, sino gente cercana que se gane la confianza de las personas que viven en el barrio.
Sorprendidos por la negativa de la Delegación del Gobierno a poner una comisaría de la Policía en el barrio responden que: “Si no quieren poner la comisaría en el Príncipe, pues que la pongan en Loma Colmenar. Lo importante es aumentar la presencia policial y mejorar la seguridad ciudadana”. “A nosotros nos vale que aquí haya unos agentes destinados que actúen con contundencia, que acudan cuando hay problemas y que hagan efectivos los cuatro minutos que dicen que tardan en llegar”, explica Kamal. Como alternativa se están planteando patrullar ellos mismos las calles y vigilar la delincuencia. Para ello aseguran estar hablando con los miembros de las asociaciones de vecinos de Loma Colmenar, Príncipe Felipe y Poblado Legionario (Al Jalifa). Entre todos podrían llegar a formar unos grupos de trabajo que, si la Policía no responde, será la única solución posible a la creciente delincuencia en el barrio.
Paralelamente, desde la asociación de vecinos denunciaron que “hay algunos agentes que vienen aquí y se creen que todos somos delincuentes en el barrio. Eso no es así. Ya la liaron hace algunos años en la Fiesta del Borrego y la gente se mosquea mucho con esas cosas. Ellos no pueden dar por hecho que como somos del Príncipe somos unos delincuentes”. Por eso piden también que el trato policial a la gente del barrio sea “más proporcional”. Así se evitarían enfrentamientos inútiles e incluso los famosos apedreamientos. A pesar de ello,  los responsables del ente vecinal creen que a la Policía le beneficia que en el Príncipe haya este nivel de delincuencia. “Ellos tienen que justificarse a final de año y así después les mandan un número de agentes que destinan a otros barrios”, lamentaron ambos representantes.
Como origen de todo lo que está ocurriendo, la asociación de vecinos apunta a lo social. “Uno de los mayores problemas que hay en el Príncipe es que los jóvenes están desocupados y sin perspectivas de futuro”. Ellos opinan que si la barriada estuviera “dinamizada” y las personas que viven en ella “insertadas en la sociedad”, tanto laboral como personalmente, “todo sería más fácil”. “Los pequeños tendrían así buenos ejemplos a los que seguir. En cambio, ahora mismo salen a la calle y sus vidas se desarrollan en un entorno negativo y lleno de delincuencia. De esta forma no podrán salir jamás de este círculo que les lleva a la delincuencia”, sentenciaron.

Príncipe: once preguntas

El presidente (Kamal) y el vicepresidente de la asociación de vecinos (Ahmed Enfedal) son muy conscientes de la realidad social del Príncipe y del aumento de la delincuencia que se ha producido durante el último año. Ellos no han parado de reclamar mejorar y de denunciar cada vez que han tenido ocasión lo mal que está la barriada a diferentes niveles. La delincuencia sólo es la punta del iceberg de una pirámide de problemas que cada día va aumentando y que necesita un freno, un tope, una pequeña revolución interna que sirva para dinamizar a quienes viven allí. Sin miedo y con firmeza, ambos abordaron los temas más candentes del barrio.

Un informe oficial desaconseja poner la comisaría que ustedes reclaman. ¿Qué les parece?
El resultado de este informe ha sido toda una sorpresa para nosotros porque la delincuencia sigue aumentando. Cada día hay más tiroteos, más actos vandálicos, quemas de coches y una espiral muy preocupante. No sabemos qué tipo de baremos habrán usado y no cuestiono su decisión, pero sí que pido que nos pongan alguna solución porque esto va tomando un carácter preocupante. Los vecinos estamos hartos de estar siempre en mitad de todo y encima lo pasamos fatal sólo de pensar que todo esto pilla a alguien que no tiene nada que ver. Había hasta niños jugando y lo pasamos muy mal. Por lo menos deberían intentar poner la comisaría. Es muy fácil decir que no porque fracasaría, pero si no lo prueban seguro que no pueden funcionar.

¿De verdad tarda la Policía cuatro minutos en llegar al barrio?
Eso es totalmente mentira. Yo puedo demostrar que no es cierto, porque el lunes llamamos al 112 entre 15 y 20 veces en un lapso de tiempo de 25 minutos y garantizo que llegaron bastante después. Esto repercute en que ni una ambulancia ni los Bomberos puedan subir en menos de 30 minutos, porque todos vienen escoltados casi siempre. Así no podemos vivir, en esta situación.

¿Cómo ve la delincuencia en el barrio ahora mismo?
Como algo que va en aumento. Desgraciadamente es una realidad que estamos viviendo y que asusta. Ha habido un aumento considerable de la delincuencia debido al paro, a la falta de formación y a la desmotivación generalizada. La dejadez institucional ha provocado que se nos vaya desplazando y olvidando, creando un desencanto muy profundo.

¿Existe solución?
No lo sé. Ahora mismo tú puedes ir por la calle y encontrar el jaleo montado, verte en mitad y no saber que hacer. Si la Policía no puede o no quiere ayudarnos que nos den armas y licencias de armas y ya nos defenderemos nosotros solos sin su colaboración. Desde luego nos tienen que dar una solución y creo que pasa por un aumento de la presencia policial. Los vecinos estamos ya muy cansados.

Si no se soluciona, ¿cuál es el siguiente paso?
Pues tendremos que movilizarnos y ponernos a vigilar nosotros mismos nuestras calles. Formaremos un grupo de vecinos y nos dedicaremos a vigilar nuestros coches y todo lo que haga falta. Si no lo hacen ellos tendremos que coordinarnos y cubrir esta deficiencia policial existente.

¿Qué opina de que digan que la gente del Príncipe apoya a los delincuentes?
Que eso no es cierto. Si ellos no  nos protegen de los delincuentes tendremos que buscar la forma de hacerlo nosotros. Las Fuerzas de Seguridad están para lo que están y deben hacer su trabajo. Que no nos echen la pelota diciendo que somos los culpables porque son ellos son quienes han creado este ‘guetto’, los que nos han marginado, los que nos han tenido aislados y los que ahora se encuentran con todo esto. Si yo denuncio a alguien, ¿quién me protege luego a mí? Yo cómo voy a denunciar nada si aquí no hay ninguna patrulla de la Policía que vaya por el barrio cada cierto tiempo. Estamos desamparados. Cuando los vecinos nos sintamos protegidos comenzaremos a denunciar, pero en estos momentos no tenemos la capacidad de colaborar con la Policía y eso no implica que apoyemos a la delincuencia. Para nada.

¿Pero se sabe quiénes son los las personas que delinquen?
La Policía sabe perfectamente quiénes son las personas que delinquen. Ellos los tienen perfectamente fichados y los conocen. Lo que pasa es que les gusta que seamos nosotros los que los señalemos. Pero se trata de gente vigilada por su vida delictiva.

¿Hay impunidad delictiva en el Príncipe Alfonso?
Por supuesto. Todos los delincuentes de otras zonas se vienen aquí porque saben que no hay autoridad alguna. Cualquiera que robe un coche lo sube al Príncipe y puede hacer con él lo que quiera y, cuando se cansa, lo quema para eliminar huellas.  

¿El tema de la seguridad es algo que sólo afecta al Príncipe?
Lo voy a decir claro. El tema de la seguridad en Ceuta, en general, se está llevando fatal. En este último año la delincuencia ha subido a casi todos los niveles. Esto refleja que algo se está haciendo mal y deberían analizarlo.   

¿Hay algún ejemplo a seguir?
Sí, los agentes de la Policía Local que están en el Polifuncional. Ellos son respetados en el barrio. Ayudan a la vida diaria de los vecinos y nadie les tira piedra ni les ataca. Son gente cercana, que no nos prejuzga. El problema de la Nacional es que se han acostumbrado a cobrar su sueldo a fin de mes y a tener el menor número de problemas posibles.

¿Cómo ha influido el tema del Vasco en toda esta espiral de delincuencia?
Sin duda sí. La gente del barrio ha visto con este caso que la Policía sólo actúa cuando quiere. Aquí estamos siempre pidiendo presencia policial y, sin embargo, para él solo le han puesto a catorce agentes. Aquí somos 12.000 y sólo pedimos dos o tres. Ahora, esto no ha empeorado la delincuencia.

Policía y justicia

Con comisaría o sin ella, la petición de los vecinos sigue siendo la misma: que haya más presencia policial en las calles. Actualmente se sienten “totalmente desprotegidos”. Desde la asociación de vecinos hablan de un “claro aumento de la delincuencia” durante el último año. El origen lo sitúan en la situación social, aunque culpan a la Policía de no interesarse por la barriada. “Ellos han creado este ‘guetto’. Un sitio sin ley en el que los delincuentes se sienten seguros”, alegaron. “La Policía tiene que justificar sus gastos y acciones a lo largo del año y utilizan el Príncipe para ello”, aseguraron. La Justicia tampoco sale bien parada de su balance. “Los jueces deberían hacer algo más, porque luego todos se van libres”, lamentaron.

Los tiroteos son muy habituales

El capítulo vivido el pasado lunes ha marcado un antes y un después entre los vecinos del Príncipe. Hartos de la situación y temiendo que cualquier día sean ellos los damnificados por una delincuencia sin control “que cada día va a más”, han decidido plantarse y comenzar a adoptar medidas paralelas encaminadas a frenar la delincuencia. Uno de los mayores problemas, según denunciaron los propios miembros de la asociación de vecinos, es “que los tiroteos se producen prácticamente a diario”. Las detonaciones y los fogonazos cuando cae la luz comienzan a formar parte (peligrosamente) del dibujo de una barriada que reclama a gritos un cambio. Durante los últimos años los enfrentamientos con armas de fuego se han recrudecido y multiplicado. Esto lleva a la asociación de vecinos a plantearse una cuestión importante: ¿cuánta gente va armada por las calles? La posible respuesta les asusta y por eso prefieren no contestar. “Las calles y callejones las han tomado los delincuentes. Aquí uno no puede ni estar en la puerta de su casa”, denunciaron. Lo peor es que una pequeña trifulca entre personas puede terminar con algún herido por arma de fuego. Algo, por desgracia, cada vez más habitual. Los vecinos puntualizan que no siempre es así, ya que la motivación de los tiroteos suele venir de un ajuste de cuentas e incluso como amenazas.
El pasado lunes la barriada fue testigo de dos nuevos tiroteos, uno sobre las 17.00 horas y otro sobre las 19.00 horas. La asociación de vecinos ha denunciado que ambos se produjeron en una zona “habitualmente muy transitada”, donde suele haber jóvenes y niños jugando. Afortunadamente no pasó nada de gravedad, aunque hubo dos heridos de bala. La gente se queja de la tardanza de la Policía Nacional para acudir.

Quema de vehículos

Este año el número de coches calcinados se ha triplicado. Fuentes del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento contabilizan en más 250 los vehículos incendiados durante 2010, frente a los aproximadamente 80 coches que fueron calcinados el pasado año. De todos éstos el porcentaje de vehículos que aparecieron en la barriada Príncipe Alfonso ha sido aplastante. Robos, venganzas o simplemente con la intención de que los retiren del lugar, el caso es que, al igual que los tiroteos, los vecinos aseguran que “prácticamente cada día queman un coche”. Esto tiene sus consecuencias en el barrio. El tráfico, que siempre es complicado por la calle principal, se ve empeorado por los coches aparcados en doble fila, sobre la acera, y en sitios estrechos. La cuestión, según explican los vecinos, es que “nadie se fía de dejar su vehículo en la calle, aparcado en uno de los aparcamientos que han habilitado”. Ya ha habido varios casos de personas que se han encontrado sus coches reducidos a cenizas tras dejarlos aparcados. “La gente los pone en la puerta de sus casas, donde los pueden tener vigilados”, explicaron.
Frenar la “descontrolada” quema de vehículos pasa, una vez más, por establecer un control policial más preciso y una mayor presencia tanto en el barrio como en sus inmediaciones. “Esto es todo igual, ¿cómo vamos a dejar nuestros coches en los aparcamientos si, cuando menos te los esperas, te quedas si él?”, se preguntaban. Ellos ven bien la construcción de los parkings, pero creen que primero hay que mejorar la seguridad.