“No podemos pedir un coche de patrulla para cada enfermero, pero algo más de protección y vigilancia sí nos gustaría”. De ese modo se expresó África Jiménez, la enfermera que el martes, tras llevar a cabo una asistencia en un domicilio del Príncipe Alfonso, encontró rotos los cristales de su vehículo, estacionado en los aledaños. Esa nueva incidencia provocó que la plantilla sanitaria del centro de salud del Tarajal llevara a cabo ayer una concentración de cinco minutos en señal de protesta. Las autoridades políticas y sanitarias, a quienes les han sido remitidas sendas denuncias, eran los destinatarios de la manifestación pública de ayer.