Carmela Ríos está convencida de que se puede hacer buen periodismo con un móvil y entiende que debido al aluvión de informaciones vertidas en la red, los periodistas son “más necesarios que nunca”
Afirma con rotundidad que se puede hacer buen periodismo con un teléfono móvil. Y lo hace desde el convencimiento de quien ha sido reconocida precisamente con el Premio Ortega y Gasset en su categoría de periodismo digital por la cobertura informativa que desde su cuenta de Twitter (@CarmelaRios) dio al movimiento 15M. En una conversación con este medio se muestra ilusionada cuando habla de las ventajas que estos dispositivos brindan a los profesionales de la comunicación y que en la actualidad ofrecen muchas más posibilidades, herramientas multimedia o audiovisuales, como microvideos, videos en Instagram, vines, pequeños trazos de audios en redes sociales... “Ahora mismo hay muchas más herramientas al servicio de la narrativa periodística. Es una época fantástica”, afirma.
Ríos considera que para los periodistas, Twitter tiene “la gran virtud” de dejarles “todo el mundo en nuestras manos” ya que “es muy fácil poder contactar con periodista de Nueva York o con una posible fuente en Arabia Saudí, cosa que antes era imposible sin un teléfono a mano, y mucho dinero, porque las conferencias serían caras”.
La reconocida periodista advierte de que “el gran peligro” de todo esto es la “sobreabundancia”, por lo que es importante “filtrar” por temas de interés y, en el caso de los periodistas, por aquellas fuentes que le provoquen una mayor credibilidad o veracidad en noticias de última hora. Por ello, el problema que puede resultar para un ciudadano su imposibilidad de contrastar con fuentes oficiales una información que ve en una red se puede convertir en una oportunidad para los periodistas, porque significa que son “más necesarios que nunca”. Y es que cuando el usuario vea la información acudirá al profesional de la comunicación en el que más confíe para contrastarla.
Para Ríos, la red social para el periodista es “una magnífica ocasión para generar marca personal”, que es valiosa tanto para sus seguidores como para los medios que puedan contratarle. En ocasiones, un periodista que tuitea ha podido ser una amenaza para el medio para el que trabaja. La periodista galardonada con el Ortega y Gasset en su categoría de periodismo digital ha escrito mucho sobre este asunto en su blog, http://carmelarios.com/: “Hay estrategias diferentes por parte de los medios respecto a las cuentas de Twitter de sus periodistas. Yo creo que, efectivamente, puede ser un problema si el periódico o el medio no sabe rentabilizar ese trabajo en Twitter de su periodista, fomentando su marca personal y asociando la profesional a la personal. Es decir, el medio ‘x’ vale en tanto en cuanto sus contenidos son relevantes pero también si tiene personas que saben fomentar y vender muy bien sus contenidos en Twitter, con lo cual hay una sinergia muy natural pero parte del principio de que los responsables de los medios se crean que Twitter no es un enemigo sino un gran aliado para el periódico”.
Ríos considera que antes de abrir una cuenta en Twitter, todos los periodistas deben pensar qué es lo que quieren aportar y ser consecuentes con lo que aporten. “Cuando eres un periodista y opinas tienes que saber que en ese momento de cara a una cuota de lectores o seguidores eres una persona que está sujeto a parcialidad, eres criticable en el sentido de que estás ofreciendo una opinión. En mi caso, soy una periodista neutra, cuento cosas pero no opino. Alguien puede pensar que por las cosas que cuento estoy opinando, está en su derecho, pero mi valor como periodista en Twitter es mi independencia. Ahora, hay otros periodistas que son fantásticos opinando pero creo que así uno asume un tipo de consecuencias que le invalida para hacer otro tipo de cosas o que le resta credibilidad para hacer otro tipo de cosas en Twitter. Simplemente hay que definir qué es lo que se quiere ser (...) El peligro es lanzarse a la red social sin hacer una reflexión previa”.
Por otra parte, destaca también la posibilidad que ofrece Twitter de poder hablar con los usuarios que no están entendiendo bien lo que está pasando para contar lo que el periodista cree que es la verdad.
En cuanto a las informaciones sobre Ceuta en medios nacionales, Ríos considera que la realidad de Ceuta “está siempre cubierta bajo un paraguas muy poderoso, que es el que se refiere a toda la información sobre inmigración, y ahora también sobre terrorismo”. Además, entiende que la ciudad autónoma es “víctima” de una información de medios a veces politizados. La periodista piensa que la única forma de combatir la mala información, la desinformación o la parcial es “ofreciendo buena información”, por lo que “los poderes públicos en Ceuta tienen una gran responsabilidad a la hora de transmitir la información, porque de ellos depende gran parte de la imagen que salga de Ceuta o que la información que genere sea verdadera y contrastada”.
Ríos lamenta también que es “casi imposible” luchar contra los periodistas que llegan a Ceuta con la noticia “a cuesta”, pero tanto en la ciudad autónoma como en cualquier otro sitio “donde los estereotipos ganan la partida”. No obstante, considera la información que ofrecen muchos periodistas o medios nacionales es “más que correcta”, pero que otra cosa es la opinión. “Creo que la información fluye con objetividad desde Ceuta”, añade.
La reconocida periodista afirma que, por ejemplo, las avalanchas en la frontera son noticia y por ello los medios nacionales tienen que hablar de eso, “pero lo tienen que hacer con objetividad y teniendo datos, teniendo información de todas las fuentes, lo más plural y objetiva posible”. Y es que el hecho de ser la “puerta sur de Europa, genera una cantidad de problemas y cuestiones que hay que abordar, pero desde la objetividad y la pluralidad”. Como ceutí le duele ver que cuando se habla de Ceuta se habla de droga o redes yihadistas, ya que la realidad es mucho más rica y hay historias mucho más felices que contar, donde entiende que los periodistas locales tienen una gran labor que hacer porque “hay muchas historias bonitas que contar”.
Preguntada sobre la repercusión de los incidentes que se producen en el Príncipe, Ríos reflexiona que la realidad de este barrio, tomada problema por problema, se puede encontrar en ciudades de Europa y España, y que es una “pena” que la realidad de esta barriada, impulsada también por la televisión, “acabe por ensombrecer historias más felices que se puedan vivir en el Príncipe o en otras partes de Ceuta”.
Carmela Ríos hablará hoy de estos asuntos en su conferencia, cuyo inicio está previsto para las ocho de la tarde.