El documento titulado “Los Protocolos de los Sabios de Sión “publicado en 1905 en Rusia, con la independencia de la veracidad de su autoría, es una prueba irrefutable de la existencia de planes elitistas de largo alcance para establecer una dictadura global plutocrática.
Este inquietante documento publicado por Sergyei Nilus en Rusia en 1905 cuya edición de 190 se conservaría en el Museo Británico desde el 10 de Agosto de ese año ( el Museo lo ha negado), describe con sorprendente precisión y acierto los acontecimientos que habrían de acontecer durante el turbulento siglo XX, dando a que entender que serian todos ellos resultado de un proyecto maquiavélico diseñado por una elite internacional.
Durante el régimen de Kerensky, todas las copias encontradas en Rusia se destruyeron. Desde entonces la posesión de una copia fue severamente castigada con penas de cárcel.
Henry Ford, en una entrevista publicada en Nueva York, el 17 de febrero de 1921, dijo: “La única declaración que yo puedo hacer sobre los Protocolos es que encajan con lo que está pasando. Tienen dieciséis años y se han ajustado a la situación mundial de este tiempo “.
Sea quien fuera el autor de los Protocolos, consuela saber que ya está bajo tierra. Releyéndolos, me he dado cuenta de un dato curioso: la única persona citada por su nombre de pila en los Protocolos como miembro de la conspiración es Bourgeois. Y se refiere a él como pionero de los medios audiovisuales para control social, incluso podría decirse que fue el precursor de la televisión – vaya elemento-.
Con toda seguridad, Los Protocolos de los Sabios de Sión (y “El Príncipe” de Maquiavelo) inspiraron a muchos gobernantes: Hitler, Mussolini, Franco, Stalin, Videla, Pinochet y otros dictadores del siglo XX .Muchos de los principios allí expuestos fueron adoptados por ellos. Pero también por la elite globalista que pretende gobernar el mundo. Por ello pido, a los actuales gobernantes que cojan otra vía y, al menos nos dejen pagar el recibo de la luz, agua, contribución etc., será señal que tenemos trabajo.