Los camalos cubrieron el itinerario que tendrán que recorrer cuando se active el nuevo paso.
Las mañanas de tapones a las puertas del CEIP ‘Príncipe Felipe’ generados por la aglomeración de porteadores el curso pasado, con el consecuente riesgo para el conjunto de la comunidad educativa y especialmente para los alumnos, acabó con el derribo de las antiguas escaleras del Tarajal. Ayer, el inicio de las clases volvió a marcar el tránsito de camalos por esta barriada en dirección a las naves, pero cambiándolo.
Como pudo comprobar este periódico, los porteadores entraron ayer en los polígonos por la llamada puerta norte –acceso entre la frontera y las Fases I y II– y, según conoció El Faro, así será a partir de ahora y de manera indefinida. Unas obras en el centro ‘Príncipe Felipe’ podrían ser el motivo aunque, por la trayectoria de las colas de camalos, bien podría ser un ensayo del itinerario que tendrán que recorrer hasta atravesar los tornos del nuevo ‘Tarajal II’.
Agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil estuvieron ayer desplegados en los aledaños del paso fronterizo controlando el paso de los marroquíes. De este modo, quienes cruzan a la ciudad cada mañana con destino las naves, tendrán que cruzar el paso de peatones junto a la parada de autobús y ponerse a la cola que, previsiblemente, se formará en la acera donde se sitúan los cambistas y las cabinas telefónicas.
Los efectivos de ambas Fuerzas de Seguridad del Estado, con el apoyo de los auxiliares de seguridad de Seguriber, autorizaron el avance de grupos formados por entre 15 y 20 personas con el objetivo de evitar la saturación del corredor que conduce a las naves y del propio recinto. Las mujeres discurrieron por el ascenso hasta la puerta donde se sitúa el control de la Policía Local y, en ese punto, aguardaron su turno.