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Señala que “debajo de un paso hay que sufrir. Los costaleros sufren, pero no deben hacerse daño”
Satisfacción es la palabra que mejor define el estado de ánimo de Encarnación Mercado tras esta última Semana Santa. Y ve con moderado optimismo el futuro de las procesiones, sobre todo por el alto número de pequeños que han participado como monaguillos. Son, en su opinión, la semilla que hay que cuidar para que siga creciendo la Semana Santa.
–¿Se ha confirmado esta Semana Santa ese paulatino incremento de la religiosidad que ya se detectó el año pasado? ¿Ha habido más gente en la calle?
–Parecía que había más gente. No sé si es las ganas que tenemos de que haya más gente.
–¿Cómo ha influido que este año la semana blanca haya precedido a la Semana Santa?
–Parece que ha hecho que la gente ya estuviera de vuelta en Ceuta para final de la Semana Santa. Pero la verdad es que ha habido público en la calle. A todos los cofrades nos gustaría que hubiera más, pero no nos podemos quejar.
–Por un motivo u otro, la sensación es de que ha habido más gente acompañando las procesiones.
–Los pasos han estado muy acompañados. Primero por el centro y después, los que procesionan por el extrarradio, también.
–¿Podemos mirar con optimismo el futuro pensando que esta tendencia se puede mantener?
–Hay que mirar siempre con optimismo el futuro. Ha habido en casi todas las Cofradías muchos niños pequeñitos, de monaguillos. Ésa es la semillita que hay que ir sembrando. Había muchos, muchos monaguillos pequeñitos.
–¿Ésa sensación suya la comparten los Hermanos Mayores?
–Todavía no he hablado de esto con los Hermanos Mayores. He estado con ellos viendo las procesiones. Hemos estado encantados con el tiempo... Ahora, en el Cabildo de Cuentas, ya escucharé sus opiniones. Mi opinión es que ha habido un poco más de público en la calle. Pero, sobre todo destaco el saber estar de los cortejos y los muchos niños que había de monaguillos. Es importante que se sigan manteniendo, que las familias sigan inculcando esa semillita en esos niños.
–Hablando del tiempo; este año no ha jugado ninguna mala pasada a ninguna Hermandad.
–Hubo bastante viento el Domingo de Ramos. El Viernes Santo comenzó también con viento, luego amainó y se quedó una noche estupenda. Y los demás días hizo un tiempo fantástico. El Domingo de Resurrección fue estupendo, fue un día maravilloso. No hemos tenido que estar con la angustia de mirar el tiempo. No ha habido borrascas cercanas ni ese temor de que pueda cambiar el tiempo... Hemos disfrutado.
–No se puede elegir, pero si se pudiera,¿sería mejor la Semana Santa en abril que en marzo?
–Depende, porque el refrán dice que ‘en abril aguas mil’ (risas). Y mire, ha sido abril y este año no ha caído ni una gota (risa). Gracias a Dios.
–Y usted, como Presidenta del Consejo de Hermandades ¿cómo ha vivido esta Semana Santa?
–Es mi segundo año completo como Presidenta del Consejo. He disfrutado como una cofrade más, con la responsabilidad añadida de estar pendiente de que todo salga como estaba previsto, coordinado, organizado. Las cuatro personas que formamos la Mesa del Consejo hemos estado pendientes de todo en todas las salidas, recogidas, entradas en la Carrera Oficial... Y los cuatro Diputados de Guía que nos ayudan a que todo se lleve a cabo con la mejor coordinación posible.
–¿Hay algún aspecto que debe mejorar o al que hay que prestar especial atención en la próxima Semana Santa?
–En general, como digo, ha ido todo bien, se han cumplido los horarios... con pequeñas cosas que veremos con tranquilidad, que habrá que mejorar. Pero todo eso se queda para dentro de cada Hermandad y dentro del Consejo, para intentar mejorarlo el año que viene.
–Sin necesidad de decir ‘quién’ ni exactamente ‘qué’; habla de ‘pequeñas cosas’, ¿a qué se refiere?
–Como le he dicho, todo ha salido bien. Después hay pequeñas cosas como mejorar algún vestuario... pero el 95% de los vestuarios de nazarenos, mantillas, costeros... Todo ha ido muy bien. Las cofradías están concienciadas de que salen a la calle a dar testimonio de fe y todos los cortejos han ido estupendos. Lo único que habría que mejorar es la costalería, pero eso tampoco depende de nosotros.
–En cualquier caso, el problema de los costaleros parece que poco a poco se va solucionando. O, al menos, no va a peor. Parece que hay más gente dispuesta a salir.
–Parece que sí. Lo que pasa es que todos tenemos que aprender que debajo de un paso hay que sufrir, porque el costalero sufre, pero no se debe hacer daño. El costalero no debe salir dañado de debajo de un paso. Que no sé si alguno ha salido dañado o no. De eso se trata, de que haya más costaleros, pero que los nuevos vayan aprendiendo. Todo, para mejorar nuestra Semana Santa, más de lo que está, si cabe. La verdad es que tenemos una Semana Santa estupenda.