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El Sindicato Médico asegura que solo dos médicos atenderán a los pacientes en Urgencias del Hospital a partir de este sábado 1 de julio.
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El colectivo alerta de la entrada en un “punto” a partir del cual el Estado “no podrá garantizar una sanidad de calidad”.
El Sindicato Médico denunció ayer la situación de “parálisis permanente” que atraviesa la sanidad pública durante la visita que sus homólogos en Melilla han realizado a la ciudad autónoma.
Abdelghani El Amrani-El Marini, secretario genera del Sindicato Médico de Ceuta, se hizo eco de la situación “crítica” de Urgencias del Hospital Universitario, desvelada por la coalición Caballas, sobre la falta de cinco médicos para cubrir puestos asistenciales y atender a pacientes a partir de este sábado 1 de julio. “De ocho plazas, solo habrá dos médicos y eso es un grave problema” para el usuario, denunció quien también ostenta la Vicepresidencia del Foro de la Profesión Médica en Ceuta.
Rafael Soler y Jesús Delgado, secretario general y presidente del Sindicato Médico de Melilla respectivamente, se reunieron ayer con sus homólogos en calidad de vicepresidente y presidente del Foro de la ciudad hermana para tratar tres asuntos fundamentales que Enrique Roviralta, presidente del Colegio de Médicos de Ceuta, resumió en el frente de las agresiones en el ámbito sanitario; los traslados que afectan a los interinos y la fuga de médicos para la cual solicitó una solución a fin de evitar la ruptura del “principio fundamental de equidad” recogido en la Ley de Cohesión del Sistema Nacional de Salud (SNS). “Ceuta y Melilla no pueden tener una sanidad de segunda”, sentenció Roviralta.
Soler reprochó que la próxima Oferta Pública de Empleo de Ingesa es la “primera OPE en España que no fideliza a los trabajadores, sino que les echa”, y llamó a la administración a “fidelizar” a los profesionales y a “paralizar” este proceso. “En Ceuta y Melilla estamos en un punto muy cerca del no retorno en el cual el Estado no podrá garantizar una sanidad de una calidad mínima”, advirtió el vicepresidente de esta organización en la ciudad hermana.
La OPE de Ingesa, argumentó, debería tener en cuenta las características de “déficit histórico, estructural, funcional, de recursos humanos y técnicos, con la complejidad y el volumen de la atención sanitaria en estas ciudades, que requiere que se haga con sentido, sensibilidad y conocimiento”. Soler propuso la creación de plazas que falten por especialidades, que aquellas plazas que estén de excedente se saquen a traslado y cuando esté el personal, se fidelice. En otros estados, como Reino Unido, Francia o Portugal, “le ponen solución pero aquí Ingesa no se la da; entonces, el Gobierno español tendrá que encontrar una estructura flexible, ágil y dinámica que permita solucionar problemas, no crear otros nuevos”.
Delgado indicó que, durante año y medio, mantuvieron contactos con las autoridades sanitarias en la ciudad hermana y en Madrid, pero, pasado ese tiempo, “Ingesa se descuelga diciendo que van a salir a traslado el cien por cien de las plazas” pese a que, aseguró, ellos alcanzaron otro acuerdo.
No obstante, Delgado reconoció que si los interinos que ahora están en pie de guerra se hiciesen con sus plazas actuales en propiedad, podrían decidir más adelante marcharse a la Península en futuros concursos de traslado. Recurriendo al símil de los fichajes en el mercado futbolístico, a los jugadores “no les brotan del corazón los colores del equipo” de forma espontánea, sino que para ello están los “incentivos”. Los médicos perciben una cantidad “ínfima aunque superior a lo que reciben en la Península pero se la gastan en un alquiler, un barco o un avión”. Unos alicientes no estrictamente económicos porque esta representación de los trabajadores esboza otros relativos a la formación o a poder disfrutar de los permisos sin impedimentos.
El vicepresidente del Sindicato Médico de Melilla avanzó la presentación de un proyecto ante la Secretaría de Estado de Sanidad sobre la puesta en marcha de un “plan de choque” que “de forma urgente” mantenga la “viabilidad” de la sanidad pública y, en la cual activen las “alianzas estratégicas oportunas y pertinentes”.
La salida a esta situación “catastrófica”, a su juicio, está en este “plan de choque rápido y ágil” a tres, cuatro o cinco años vista, que darán a conocer al Ministerio además de aventurar una “encomienda de gestión”.
“Lo ideal sería que no tuviéramos que pasar por un interlocutor que hace de intermedio, porque muchas veces produce un deterioro que hace que suframos las consecuencias que sufrimos en la actualidad. Llevamos años diciendo que el Ministerio tiene que ser la cabeza visible, pero que Ceuta y Melilla tengan capacidad de encomienda de gestión por la cual, desde las propias ciudades que conocen su problemática, se pongan en contacto con Madrid el problema para darle las soluciones”, expuso Delgado, presidente del Sindicato Médico de Melilla. “Tenemos que dejarnos de Ingesa y de las 230 y tantas personas que trabajan allí –Madrid– sin tener la menor idea de lo que ocurre en nuestras dos ciudades”, añadió.
Hermanamiento de foros y colegios en septiembre
La idea de hermanamiento de los colegios de Ceuta y Melilla consistirá en una serie de actos en la ciudad hermana, el 16 y 17 de septiembre, que será el “crisol” donde habrá una “unificación” de ambos órganos colegiales y de sus foros de la Profesión Médica ya que la problemática de ambos enclaves es equiparable. Delgado señaló que la intención es que no sea solo una “reivindicación sindical”, sino que sea un “aporte” por parte de la administración. Por este motivo, ayer mantuvieron un encuentro con el presidente Vivas, que como su homólogo en Melilla, “está de acuerdo con que en Ceuta y Melilla tengamos la mejor sanidad posible”.