Los comerciantes critican que la Policía Nacional “impide a los clientes llegar a sus naves a comprar”.
Otra mañana de infarto en la Frontera y los polígonos del Tarajal. El cierre del Paso del Biutz durante una hora y media –hasta las 11.30 aproximadamente– provocó que los porteadores se agolparan por decenas en el paso fronterizo español, en dirección a Marruecos, con la única meta de completar un pase más de mercancía.
La Policía Nacional intensificó su presencia en la primera verja, como ocurrió en jornadas anteriores, para regular la entrada ya que está prohibido el acceso de paquetes grandes a través del Tarajal. No obstante, como puede comprobarse en las fotografías, mujeres con fardos con dimensiones por encima de las permitidas consiguieron entrar en las jaulas para peatones.
Tal fue la magnitud de personas que corrieron ayer hasta la frontera para cruzar otro paquete, que las colas de marroquíes –tanto porteadores como personas con bolsas en las que llevan algunos productos adquiridos en la ciudad– alcanzaron las escalera que conecta la carretera con la barriada Príncipe Felipe e invadieron los carriles de vehículos.
Mohamed Ahmed, portavoz de los polígonos del Tarajal, atribuyó a los bultos “de origen desconocido” el caos que provocó primero el cierre del Biutz por parte de Marruecos y, a continuación, acabó con los porteadores moviéndose hasta la Frontera, con el consecuente colapso de la entrada por la saturación de peatones –algunos en sillas de ruedas– que se mezclaban con los vehículos. Los comerciantes de la Fase I y II denunciaron ayer, como hicieron en ocasiones anteriores, que cada mañana una treintena de motocarros procedentes de distintos puntos de la ciudad –la barriada del Príncipe entre ellos– transportan esos mismos bultos hasta una explanada anexa a las naves.
De ahí, relataron Ahmed y los empresarios de la Fase I y II, quienes se declaran los principales afectados de esta situación junto a las naves del Alborán más próximas al Biutz, los fardos “sin pagar arbitrios ni con factura” entran en cuatro o cinco naves en la Fase II que ejercen como consignas donde almacenan los paquetes hasta la llegada de los porteadores. “La Policía Nacional deja que los colaboradores cuelen esos bultos que bajan del Príncipe con el consecuente colapso del polígono”, explicaron los empresarios.
Propietarios y empresarios de las naves mantuvieron ayer un encuentro donde abordaron la organización que el actual grupo de la UIP de la Policía Nacional desarrolla en los polígonos. Según los comerciantes de la Fase I y II, respaldados por Ahmed, los agentes impiden que clientes e incluso los propios empleados lleguen a sus puestos de trabajo. “Solo permiten que entren porteadoras con esos bultos de origen extraño”, criticaron, antes de añadir que esa falta de coordinación con los empresarios en la organización de las filas y en el acceso a las naves provoca que los comerciantes tengan “las cajas registradoras vacías” y los ingresos en las últimas semanas “hayan caído de forma estrepitosa”.
El colectivo asegura que tiene la “caja registradora vacía”
Fase I y II: “Piden factura para una manta y una caja de galletas pero nada a los bultos de fuera”
Después del debate surgido en torno a la petición de factura en la Frontera del Tarajal, los empresarios de los polígonos, en especial aquellos con establecimientos en la Fase I y II, lamentaron ayer que la Policía Nacional solicite factura “en unos casos pero en otro no”. Según criticó el colectivo, “piden factura para una manta y una caja de galletas en la Frontera pero nada a las personas que traen los bultos de origen desconocido hasta los polígonos o los transportan a través del Biutz”, criticaron. Empleados y propietarios de las naves, de alimentación a menaje, insistieron en que el actual grupo de agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) entorpece la actividad comercial en el recinto y sus directrices repercuten en sus bolsillos. “En las últimas semanas hemos comprobado que las ventas han descendido porque los policías se niegan a permitir el acceso a los clientes, ni cuando nosotros mismos nos personamos en la entrada para recogerlos”, comentó uno de los empresarios reunidos ayer en la zona más próxima a las obras del nuevo Biutz. “Tenemos las cajas registradoras vacías”, coincidieron todos, quienes valoran los pasos a seguir para encontrar una solución. Hasta el momento, los empresarios han reiterado a la Jefatura Superior de la Policía Nacional y a la Delegación del Gobierno la necesidad de lograr un consenso a cerca de la forma de organizar las filas de porteadoras así como las entradas al recinto para garantizar que los policías desarrollen su labor en la seguridad más absoluta y los empresarios cumplir con sus compradores sin obstáculos.
Carga y descarga
Mohamed Ahmed “La Policía Local ha multado de manera injusta a varios empresarios”
“Si quieren que cumplamos las ordenanzas, la primero que tiene que hacerlo es la Ciudad y recoger los cartones tal y como acordamos, entre otros puntos pendientes de cumplimiento”. Con estas palabras comenzó ayer Mohamed Ahmed, portavoz de los polígonos del Tarajal, su crítica hacia la administración autonómica después de que, indicó este representante de los empresarios, “la Policía Local ha multado de manera injusta a varios empresarios”. Según relató Ahmed, los comerciantes realizaban tareas de carga y descarga con sus furgonetas cuando los agentes les sancionaron con 3.000 euros. “No usan camiones pesados, son vehículos y están autorizados para desarrollar esta actividad”, insistió el portavoz de las naves, quien avanzó que ha solicitado una reunión con Yolanda Bel, consejera de Gobernación, para tratar esta cuestión.
Ahmed recordó que los viales pertenecen al colectivo y que la Ciudad Autónoma debe respetar que un propietario pueda estacionar en la puerta de su nave para hacer estas operaciones de reposición necesarias para su actividad.
También relacionado con la competencia sobre los carriles de las calles del Tarajal, Ahmed instó al Gobierno autonómico a retirar unos bloques de hormigón ubicados en la carretera que baja hacia el muro que conduce al Biutz, en Alborán, porque impide el tránsito de vehículos.
La “necesidad de plazas de aparcamiento” en el entorno de los polígonos fue otra de las peticiones formuladas por su portavoz, quien pidió al Ejecutivo local que adecente los alrededores y diseñe una explanada donde los propietarios pueden dejar sus coches y acudir a sus puestos de trabajo en el interior del recinto.