{jaimage crop="MR" /}Cuatro personas que portaban un perro de raza peligrosa efectuaron un disparo al aire este martes sobre las 19.00 horas.
“Nadie se siente seguro en las naves a partir de las 19:00 horas ni antes de las 7.00 de la mañana”. Así de contundente se mostró ayer un comerciante del Polígono de Alborán después de conocer el incidente ocurrido en la tarde de este martes en la calle donde se encuentra su establecimiento. La opinión es generalizada entre los empresarios afincados en los cuatro recintos que colindan con la frontera, de donde salen cientos de bultos y vehículos cargados de mercancía en dirección a Marruecos de lunes a jueves.
Los propios trabajadores de los locales que se encontraban abiertos aquella tarde reconstruyeron ayer los hechos. Caía la noche sobre el Tarajal cuando cuatro individuos aparecieron en la calle donde se encuentra la nave de una conocida cadena de supermercados. La jornada laboral había concluido y los empleados abandonaban su puesto de trabajo con la recaudación. En el recorrido, uno de ellos dijo haber divisado la culata de una pistola bajo la camiseta de un integrante del grupo de cuatro personas.
“Me apresuré hasta llegar a mi coche, que se encontraba unos metros más adelante. Desconfié de sus intenciones”, explicó uno de los testigos. En ese momento, según varias personas presentes en el cierre de los comercios sobre las 19.00, el portador del arma de fuego la sacó y disparó al aire. Un ruido que alteró la tranquilidad que invade las calles del polígono después del ajetreo de los porteadores durante la mañana.
“Arranqué y me dirigí a la puerta de la empresa en la que trabajo. Avisé a mis compañeros y se encerraron. Conduje sin mirar atrás”, recordó el empleado. Por su parte, el resto de la plantilla dentro del establecimiento, comentaron, se asomaron desde otro punto de la nave y no acertaron a verles porque desaparecieron de su campo de visión. Todos coinciden en que llevaban un perros de los considerados como de una raza peligrosa.
Achraf Benaisa, presidente del Polígono Alborán en representación de la Comunidad de Propietarios, lamentó ayer que adolezcan de presencial policial continúa en el interior del recinto, ya sea del Cuerpo Nacional de Policía o la Policía Local. “Si contásemos con uno o dos zetas que recorran las calles, evitaríamos que se sucedan episodios como el de esta semana”, sostuvo este portavoz. Los empresarios destacaron que la seguridad es “deficiente” y por este motivo consideraron fundamental “incrementar las medidas que la garantizan” para, al menos, “disuadir a las bandas”. Benaisa realizó ayer un llamamiento a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado así como a la Policía Local para que “se involucren más en el Tarajal y tengan la misma presencia que en otras partes de la ciudad”.
Sin embargo, los comerciantes no dejan todo el dispositivo en manos de las administraciones. “Tenemos pensada la instalación de cámaras de vigilancia homologadas, pero necesitamos patrullas que nos ofrezcan apoyo”, continuó el presidente del Polígono de Alborán.
Este representante de los comerciantes indicó que esta “inseguridad en determinadas horas del día” perjudica a sus comercios ya que los clientes pueden temer convertirse en víctimas de los delincuentes. “Solicitamos la colaboración de las autoridades para acabar con las bandas y que podamos trabajar con tranquilidad”, expuso este representante del colectivo.
En los últimos días, atracaron a punta de pistola a un mando militar que caminaba junto a su mujer y, poco después, se producía otro atraco con el mismo ‘modus operandi’. El autor se dio a la fuga en una motocicleta. Los empresarios instan a que esta situación se resuelva cuanto antes.
Un comerciante: “Un día vendré a trabajar y ya nunca volveré a casa”
Varios empresarios consultados en los polígonos del Tarajal coincidieron en que los zetas tienen una presencia menor en las naves, una “ausencia” que les preocupa. “Un día vendré a trabajar y ya nunca volveré a casa”, aventuró uno de los comerciantes ayer. El colectivo también ha tomado medidas “de puertas para adentro” y han instalado botones antiatraco y otros sistemas de vigilancia. “Ahora tiene que mover ficha las administraciones”, señalaron los trabajadores.