La representante de la Junta de Extremadura expone el último plan de gestión de residuos aprobado en la comunidad en la sesión que da el cierre a las conferencias organizadas por la Fundación ISR. La directora general de Calidad y Evaluación Ambiental de la Consejería de Industria, Energía y Medio Ambiente de la Junta de Extremadura, María Pérez, trasladó ayer el ejemplo del nuevo plan de gestión de basuras de su comunidad en la última serie de ponencias convocada por la Fundación ISR. –¿Desde dónde se partía en Extremadura antes de la reciente aprobación del plan de gestión de residuos? –Parte básicamente de un plan previo que estructura el territorio en siete zonas de gestión en cada una de las cuales se ubica un ecoparque que implica una planta de triaje con un vertedero de cola asociado. Con lo cual eso ya estaba avanzado. -Uno de los problemas que se plantea en Ceuta es la falta de cultura de reciclaje. ¿Cómo trató su comunidad el plan la concienciación? –Al inicio del plan anterior en Extremadura la concienciación era muy baja al no tener ningún plan gestor y director que no invitaba a separar el residuo en origen. Hace 12 ó 14 años los residuos iban directamente a un vertedero que ni siquiera cumplía el decreto sobre esta materia. Esto cambia al instaurar los planes de gestión, todos los vertederos son controlados y en los últimos cinco años Extremadura ha sido la autonomía que más ha incrementado los porcentajes de reciclado. Aún así en algunos materiales, como plástico y papel seguimos por debajo de la media. –¿Y cómo se han conseguido estos datos? –Hemos hecho distintas campañas de concienciación. Por una parte en medios de comunicación que son pagadas por todos los sistemas integrados de gestión, es decir que no tiene porqué haber un coste adicional para los ayuntamientos o para la Ciudad Autónoma, existen otras vías. La última campaña ha sido dirigida directa al ciudadano. Hemos llevado dos ecobuses que tenemos como medio con monitores medioambientales para hablar directamente con el ciudadano, informarle de lo que supone no separar en origen como colmatar los vertederos o su incidencia en los gases invernadero. Se han repartido materiales para favorecer esa separación en origen como bolsas exclusivas para papel y vidrio. La Junta ha remitido 400.000 bolsas reutilizables para hacer la compra. Los folletos informativos han sido muy sencillos y explican lo que tiene que ir a cada bolsa. Por último, hemos participado en coloquios, tertulias e informado constantemente con la colaboración de los medios locales. –¿Y qué respuesta hay? –Parece que la gente ha tenido una recepción muy buena. La ciudadanía lo agradece y espera que sigamos haciendo este esfuerzo para acercarnos a ellos y aprender del reciclaje. Llama y pide más bolsas reutilizables, parece que se va logrando algo. –¿Cuál es la solución que se ha adoptado para el final de la cadena? ¿qué tipo de planta de tratamiento se ha elegido? –Tenemos siete plantas de tratamientos de las más antiguas a las más modernas.Sí que estamos muy orgullosos de las dos últimas plantas que se han inaugurado en Villanueva de la Serena hace dos años y otra en Cáceres el pasado que tienen las mejores tecnologías para la separación de plásticos, mediante lectores ópticos; separación de férricos, con electroimanes; y en el ecoparque de Cáceres estamos llegando al máximo sistema de control ya que la fracción resto se embala, se cubre bien y el vertedero queda ordenado. Sin materiales a la vista de roedores y aves y se evita también la formación de metano y lixiviados. De lo que es aprovechable, lo compostamos y todo el que fabricamos tiene salida para la agricultura. –¿El compos tiene salida comercial en la propia autonomía? –Yo diría que el 95 por ciento se queda en la propia comunidad de Extremadura pero Portugal también compra nuestro compos. –¿Qué similitudes existen para que Ceuta pueda tomar ejemplo de Extremadura? –No conozco cuál es el sistema sinceramente. También vengo a aprender lo que se hace en otras autonomías. Una similitud es la distancia, los costes en transporte por la distancia. Extremadura es una comunidad muy amplia, con poca población muy repartida y el ciudadano que vive a 100 kilómetros de un ecoparque tiene el mismo derecho que cualquier otro porque está pagándolo. Es interesante estudiar similitudes para reducir costes y luego la necesidad de seguir incidiendo en la responsabilidad ciudadana en origen. –¿Uste cree que se podrá llegar a los parámetros que exige la directiva europea en España? –Algunos sí y en otros estoy segura que en mi comunidad autónoma no seremos capaces de llegar a ello. No por falta de voluntad sino porque son parámetros marcados para países que tienen un recorrido mucho más amplio que el nuestro y unas posibilidades económicas a las nuestras. No es lo mismo partir de un 60 por ciento de vertido a vertedero que hacerlo desde un 80 por ciento en España.