Los alrededores de Ceuta: descubriendo la costa Mediterránea

Si eres de los que ya se conoce los lugares imprescindibles de Ceuta, como el conjunto monumental de las Murallas Reales, la Plaza de África, la Playa de la Ribera o la Estatua de Hércules, debes saber que a pocos kilómetros se pueden encontrar verdaderas maravillas para visitar.

Con tan solo unas horas en coche, ya sea alquilado o personal, se puede llegar a lugares muy diversos, desde ciudades abarrotadas de turistas a pueblos tranquilos y poco habitados, pasando por actividades de senderismo o retiros en la playa. Además, si no eres el conductor puedes entretenerte con los juegos online aprovechando los giros gratis.

A tan solo cuarenta kilómetros se puede visitar la ciudad de Tetuán, situada muy cerca del mar, donde puedes pasear por su gran medina, declarada Patrimonio de la Humanidad. En ella puedes recorrer sus calles inclinadas rodeado de artesanos metaleros, negocios de hilo de seda u hornos públicos donde no se para de cocer pan. También puedes recorrer las fachadas de las dos grandes mezquitas, la Saïda y la Gran Mezquita. Además, en la plaza de Hassan II, encontrarás cuatro torres que recuerdan a minaretes, pero que sin embargo son columnas modernistas que diseñó el arquitecto melillense Enrique Nieto.

Siguiendo hacia el sur y alejándonos del mar está Chefchaouen, denominada por muchos la ciudad más bonita de Marruecos. En ella se encuentra una de las medinas más espectaculares conocida como el pueblo azul, ya que casi todas sus casas están teñidas de diferentes tonos de este color que inundarán de vitalidad tus fotos. Una vez te adentres en la medina por el arco de entrada, encontrarás la plaza Uta el-Hammam, corazón de la medina. Asimismo, el callejón que te conducirá a ella es un zoco donde te perderás entre las múltiples tiendas abarrotadas de artesanía de la zona.

Si eres de los que prefiere el turismo activo, en la misma de ciudad de Chefchaouen se encuentra el pico Jebel El Kelaa, menos complicado de lo que parece por su perfil, puede resultar una buena escapada si se está en forma. Además, la ciudad se encuentra en la región del Rif, una cadena montañosa repleta de rutas y paraísos naturales que descubrir. Por ejemplo, a media hora se puede realizar la ruta que lleva a la cascada del río El Kelaa, dentro del Parque Nacional de Talassemtane, a lo largo de ella se encuentran una enorme variedad de especies vegetales así como diferentes accidentes geológicos, como cuevas, piscinas naturales o desfiladeros.

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Volviendo a la costa, podemos recorrer por carretera bordeando el Mediterráneo diversos parajes que aún no están demasiado masificados. Entre extensiones de pinos y valles se llega al pueblo de Targa, protagonizado por playas rocosas y un fuerte construido por los españoles. También tenemos la pequeña ciudad portuaria de El Jebha, a la que su acceso era prácticamente imposible antes de 2012, cuando se construyó la carretera que recorre la costa a modo de mirador.

Con todos estos datos puedes empezar a planear tu ruta para explorar la costa que te rodea y que aún está por descubrir.