Lorena Valdés: “A pesar de su impacto, la migraña es un trastorno poco reconocido y tratado”

La neuróloga Lorena Valdés Aymerich, especialista de HC Ceuta, ahonda en una de las dolencias más comunes en la sociedad actual: la migraña. La médico explica qué le ocurre al cerebro de las personas que sufren esta cefalea, y qué deben hacer para prevenir o minimizar en lo posible estos episodios:

Las migrañas afectan a cerca de cinco millones de personas, pero, ¿qué es exactamente?

La migraña es una enfermedad neurológica que se caracteriza por episodios recurrentes de dolor de cabeza (o cefalea), intensos, de varias horas o días de duración y generalmente acompañados de otros síntomas. Las crisis de migraña pueden influir de forma significativa en la calidad de vida de los pacientes. La Organización Mundial de la Salud ha incluido la migraña entre los trastornos más incapacitantes, pues más del 80% de las personas con migraña sufre algún grado de discapacidad relacionado con ella, siendo la séptima causa de incapacidad a nivel mundial. También en el plano socioeconómico supone un efecto significativo: se estima un impacto económico, en costes indirectos, de un mínimo de 1.000 millones de euros al año en nuestro país en la última década, y se pierden más de 13 millones de jornadas laborales al año por la migraña en España. A pesar de su enorme impacto la migraña es un trastorno poco reconocido y tratado.

¿Qué la distingue de un dolor de cabeza normal?

Ningún dolor de cabeza es ‘normal’, aunque se estima que el 90% de la población ha tenido algún episodio de cefalea en su vida. El dolor de cabeza tipo migraña tiene unas características que permiten diferenciarla de otros tipos de cefalea. Por ejemplo, suele ser un dolor de mayor intensidad y duración, puede afectar a tan solo la mitad de la cabeza y ser un dolor pulsátil y que aumente con los movimientos de la cabeza. Además, suele acompañarse de otros síntomas como náuseas, vómitos, o sensibilidad aumentada a ruidos (fotofobia), luces (sonofobia) u olores (osmofobia), y puede tener desencadenantes concretos como cambios hormonales o ciertos alimentos. La migraña también puede estar acompañada por un fenómeno que se llama aura, que son una serie de síntomas que afectan a la visión, el habla o la sensibilidad, y suelen preceder al episodio de migraña en algunas personas.

¿Qué le ocurre al cerebro de las personas que padecen migraña?

Todavía no conocemos los mecanismos exactos que explican la migraña, es un campo que está en continua investigación. Sí se sabe que el cerebro experimenta una serie de procesos que conducen a la crisis de migraña. Por ejemplo, sabemos que se produce una onda de despolarización en las neuronas que se desplaza lentamente por la superficie del cerebro y se sigue de una supresión de la actividad neuronal. Se acompaña de cambios en el tamaño de las arterias y el flujo sanguíneo, y modificaciones en el metabolismo cerebral, liberándose sustancias que activan los terminales del dolor. Las personas con migraña tienen sensibilidad aumentada al dolor, con lo que son más susceptibles a los estímulos que puedan provocar las crisis.

Durante una crisis de este tipo, el dolor invalida a quien lo padece y es imposible, incluso, pensar, ¿a qué se debe este bloqueo?

Como hemos visto, durante una migraña se producen cambios en la actividad eléctrica del cerebro que pueden afectar a su funcionamiento normal. Además, el propio dolor de cabeza, que a veces es muy intenso y puede ir asociado a otros síntomas que agravan el malestar, hace que se dificulte todavía más la capacidad para pensar con claridad o realizar tareas cotidianas, produciéndose este bloqueo cognitivo.

Algunos pacientes son capaces de predecir la aparición de un nuevo episodio de migraña; ¿a qué se debe este fenómeno?

Esto se debe a la llamada fase prodrómica o premonitoria, que aparece en algunas personas como parte de la secuencia típica que sigue una crisis de migraña, hasta 48 horas antes del inicio del dolor. Esta fase puede incluir síntomas como cambios de humor o de apetito, bostezos, retención de líquidos, etc., que sirven de advertencia. Además las personas con migraña acaban conociendo muy bien las sensaciones que experimentan durante las crisis o los patrones que siguen sus crisis, por lo que saben anticipar cómo se va a desarrollar el ataque. Sin embargo esto no le ocurre a todas las personas con migraña.

¿Pueden ser señal de otras enfermedades?

En la gran mayoría de los casos, la migraña es un tipo de cefalea primaria, es decir, no se relaciona con otras enfermedades. En un pequeño porcentaje de casos, sobre todo si son cefaleas de nueva aparición o ha habido un cambio en el tipo de dolor, pueden relacionarse con algún problema subyacente, como infecciones, abuso de medicación, hipertensión intracraneal, etc. Si hay signos de alarma debería consultarse con un especialista.

¿Cuánto dura un ataque de migraña y cómo hay que afrontarlo?

La duración de un ataque de migraña puede ser muy variable, desde unas horas hasta varios días. Los criterios diagnósticos de migraña incluyen una duración de las crisis de 4 a 72 horas, que es lo más habitual. Afrontar un ataque de migraña puede ser un reto y hay varias estrategias que pueden ayudar a superarlo; por ejemplo, descansar en un lugar tranquilo y oscuro, colocarse un paño caliente o frío sobre la frente o la nuca, beber mucho líquido pero evitando bebidas con cafeína o evitar los posibles desencadenantes que pueda tener cada persona. Además suele ser necesario recurrir a medicamentos analgésicos que mejor se adapten a las características del paciente, de sus crisis y al grado de discapacidad.

¿Es más común en hombres o en mujeres esta afección?

En mujeres. Afecta aproximadamente al 15-20% de las mujeres y al 5-8% de los varones. Se cree que es debido a factores hormonales, como las fluctuaciones en los niveles de estrógenos, aunque también puede haber un componente genético de susceptibilidad.

¿Una vez que se tiene es para toda la vida?

La migraña es una enfermedad crónica, es decir, que puede persistir a lo largo de toda la vida. Esto no significa que no pueda haber períodos de mejoría, o incluso que se atenúe mucho o desaparezca a medida que la persona se hace mayor.

¿Hay alimentos que convendría evitar si se sufren?

Hay alimentos que pueden desencadenar crisis de migraña en determinadas personas, pero esto varía para cada uno. Por ejemplo, si el chocolate me produce migraña, debo intentar evitarlo, pero si el queso no, puede tomarlo sin problema. Es útil llevar un diario de migraña y un registro de comidas si existe la sospecha, para poder identificarlo y evitar su consumo. Entre los alimentos que pueden producir migraña están la cafeína, el alcohol, algunos quesos o carnes procesadas. Pero cada persona tiene los suyos.

¿La medicación disponible en la actualidad es efectiva?

Para la migraña tenemos dos tipos de tratamientos, el tratamiento del dolor y el tratamiento preventivo. Existen muchos medicamentos diferentes y su efectividad varía entre personas. Siempre tenemos que intentar encontrar la más adecuada para cada uno en función de sus características. Desde hace poco tiempo tenemos disponibles los anticuerpos monoclonales como tratamiento específico contra la migraña que han mejorado mucho su control.

¿Se puede prevenir?

Hay ciertos factores sobre los que se puede actuar para prevenir las crisis de migraña, que incluyen cambios el estilo de vida, identificar e intentar evitar o actuar sobre los desencadenantes en la medida de lo posible como el estrés, alimentación equilibrada, mantener una buena rutina de sueño o realizar ejercicio de forma regular. Y en determinados casos puede ser necesario recurrir a medicaciones preventivas que permitan disminuir la frecuencia o intensidad de las crisis.

¿Qué consejo daría a los ceutíes que sufren este dolor?

Que consulten al médico y no se automediquen pues esto puede cronificar el dolor. La migraña es muy frecuente e invalidante, pero también está infradiagnosticada e infratratada. Existen tratamientos efectivos, cada vez más, para intentar que el dolor de cabeza no condicione y limite sus vidas. La atención médica y el tratamiento adecuado pueden ayudar a aliviar estos síntomas y mejorar la calidad de vida de las personas que padec