La situación que está atravesando Ceuta está sobrepasando los límites de la paciencia de sus instituciones y de sus ciudadanos. La zona portuaria está siendo objeto de una presión que va más allá de cualquier razonamiento. Día sí, y día también, encontramos que se realizan batidas de inmigrantes que pueden aliviar en algo la anómala situación que sufren.
En todo esto, cuando los buques no se ven como la salida más fácil por sus dimensiones o accesibilidad, les toca el turno a las embarcaciones del Puerto Deportivo, donde deben pensar en su ‘mayor facilidad de abordaje’ a pesar de tener un sistema de vigilancia constante que, de hecho, ha evitado que se materializaran los robos de las mismas en un indudable afán de utilizarlos como el transporte que les guiará a la península, fuera de Ceuta. Y es que Ceuta nunca fue el destino de su viaje perpetrado en esa avalancha sufrida por nuestra frontera a mediados de mayo.
Ayer, de nuevo, las dársenas del Puerto Deportivo fueron testigo de cómo siete individuos, armados con cuchillos, intentaron apropiarse de al menos tres embarcaciones neumáticas de los pantalanes. De ellos, solo pudieron arrestar a dos. Y esto, a plena luz del día.
El robo de estas embarcaciones y otras de dudosa estabilidad para navegar atravesando el Estrecho de Gibraltar, están siendo objeto de estas sustracciones siempre con el mismo fin: el pase hacia la península.
Si el Puerto denuncia de forma habitual la enorme presión migratoria ejercida sobre sus instalaciones, ahora es el Puerto Deportivo el que clama y exige una intervención rápida por parte de la Delegación del Gobierno en aras de proteger la seguridad de las propiedades y de las personas. José Manuel Ávila, presidente del Consejo de Administración de Mahersa, adjudicataria de la gestión del Puerto deportivo, lamenta que estas situaciones se estén produciendo de forma tan asídua desde el 17 de mayo y prevé que solo le pondrán solución cuando ocurra algo realmente grave. Desde una de nuestras instalaciones estrella como lo es el Puerto Deportivo, denuncian la situación de contínuo descontrol, las pernoctaciones en las proximidades de los embarques, los contínuos intentos de agresión y de robo, y solicitan a todas las administraciones que se unan para hacer frente a un problema tomando medidas urgentes y drásticas de forma conjunta, exigiendo que se actúe para favorecer la tranquilidad de las personas que se acercan a disfrutar un rato del puerto o simplemente van a utilizar sus embarcaciones, sin que ello tenga que suponer una amenaza con arma blanca, como ya le ha sucedido a propietarios y marineros, o el robo de la embarcación.