Las lluvias torrenciales que recibió Ceuta el primer fin de semana de este mes, cuando cayeron sobre la ciudad autónoma alrededor de 220 litros por metro cuadrado en apenas 48 horas (casi un 30% de la que se suele acumular en un ejercicio natural completo), y la eficacia de Acemsa para el aprovechamiento de ese agua han permitido parar la producción de la planta desaladora por primera vez en aproximadamente “un lustro” sin dejar por ello de tener garantizado el suministro a la población durante las 24 horas del día.
Fuentes del Gobierno de la Ciudad explicaron este viernes a este periódico que el embalse del Infierno, con capacidad para 600.000 metros cúbicos, se encuentra actualmente lleno a un 90%, mientras que el del Renegado, en el que pueden caber hasta 1,6 millones de metros cúbicos de agua, está a un 60%.
De acuerdo con las estimaciones de la Empresa Municipal del Agua, “el 90%” del agua recopilada lo ha sido “gracias a las aportaciones procedentes de el arroyo de Las Bombas (cuya galería de captación se construyó en 1958 y que desde 1995 remite directamente al Renegado) y los manantiales de Beliones (que nutrieron a la ciudad de forma casi exclusiva entre 1911 y 1960)”, mientras que las cuencas hidrológicas solamente proporcionan un 10%.
Acemsa calcula que, en función del consumo diario y de las lluvias de las próximas semanas (el periodo con más pluviometría en Ceuta se extiende hasta finales de abril), la desaladora podrá permanecer parada sin poner en riesgo la reserva estival “alrededor de un mes” con el consiguiente ahorro para las arcas municipales, de las que este año se ha presupuestado destinar 6,5 millones de euros para cubrir los gastos asociados a la producción de agua, algo más de 500.000 cada 30 días.
El caudal demandado en la actividad actual por la ciudad de Ceuta, según los últimos documentos de planificación elaborados por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) es de unos 25.000 metros cúbicos al día. La capacidad de la planta desaladora puede llegar para producir 32.000 cada 24 horas tras su ampliación.
El 90% del agua suministrada, de la desanilizadora
Los problemas de suministro por escasez de recursos, que en la península residen habitualmente en la sequía meteorológica, es decir, en el déficit en precipitaciones, tiene “unas características distintas en la demarcación de Ceuta”, donde “el 90%” del agua suministrada para el consumo urbano, según la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, proviene de la planta desalinizadora. En ese marco, la imposibilidad de satisfacer la demanda en un escenario hipotético no radica mayoritariamente en la escasez de precipitaciones, sino, principalmente “en una incidencia en la planta que afectara a su producción”.
En busca de “equilibrio” entre garantía, calidad y coste
Ceuta cuenta con una precipitación media anual de 750 litros por metro cuadrado que es recogida en parte en los dos embalses existentes en la ciudad, donde se almacena el agua procedente de las distintas cuencas. El mayor aporte proviene del arroyo de Las Bombas, desde donde se remite directamente a los pantanos.
En ese punto se realiza una captación superficial cuyo punto se ha cambiado. Antiguamente a esta captación superficial se le sumaba otra subterránea, sustracción que tuvo que abandonarse “por la posible contaminación del agua por el mineral de antimonio existente en el terreno debido a su extracción en una antigua mina existente en la zona”.
Los manantiales de Beliones, ubicados en la población marroquí del mismo nombre, suponen el drenaje del macizo calcáreo perteneciente a la Dorsal Bético-Rifeño.
Históricamente su aprovechamiento ha sido “variable”, con una oscilación entre 7.000 y 2.000 metros cúbicos al día, pero según la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir “esos volúmenes se encuentran lejos de alcanzarse en la actualidad”.
En la gestión de los recursos se busca un equilibrio entre “garantía, calidad y coste”. El agua de las fuentes alternativas a la planta de Benítez es “considerablemente más económica” que la desalinizada.
Esta claro la desaladora es imprescindible, cualquier otro recurso hídrico no garantizaría las 24 horas de agua potable en los 365 días del año.
Imprescindible!!! Por supuesto!!