El Gobierno marroquí dijo este jueves que está estudiando "todas las posibilidades" para responder a la decisión de la Comisión Europea de imponer derechos compensatorios sobre las llantas de aluminio importadas del país magrebí, al considerar que representan "prácticas desleales" por recibir subvenciones públicas marroquíes y chinas.
"El Gobierno marroquí está estudiando actualmente todas las posibilidades para tomar todas las medidas que considere oportunas para abordar estos problemas", apuntó hoy el portavoz del Gobierno marroquí, Mustafa Baitas, en una rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno semanal.
Respondiendo a una pregunta al respecto, Baitas insistió en que la asociación entre Marruecos y la Unión Europea es "global", y advirtió que esta asociación "no puede estar sujeta a una lógica selectiva" ni a "un trato a la medida".
"Esta asociación global no puede estar sujeta a una lógica selectiva ni a un trato a la medida. Por lo tanto, es necesario encontrar una solución a estos problemas", afirmó el ministro.
El pasado 14 de marzo, la Comisión Europea informó de haber impuesto derechos compensatorios a las importaciones de llantas de aluminio procedentes de Marruecos y argumentó que la medida fue decretada para proteger a "los productores de la UE y a 16.600 empleos de prácticas comerciales desleales".
La Comisión Europea dijo haber iniciado una investigación antisubvenciones que concluyó que el Gobierno marroquí prestaba apoyo "sistemático" a su sector de automoción con "subvenciones incompatibles con la Organización Mundial del Comercio (OMC)" que incluía "subvenciones, préstamos con tipos de interés preferenciales y exenciones o reducciones fiscales".
The steel industry has always been a core engine for European prosperity.
To stay competitive, we must reduce energy costs and support innovative, low-carbon technologies.
With today’s Action Plan, we are offering concrete solutions for a thriving European steel industry.
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) March 19, 2025
Y añadió que la investigación demostró que China realizó "contribuciones financieras transfronterizas directas" a uno de los dos productores marroquíes exportadores a través de "la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI)".
"Se determinó que las importaciones estaban subvencionadas injustamente, incluso a través de la BRI de China, y que, por lo tanto, perjudicaban a la industria de la UE", indicó la Comisión Europea en una nota publicada el pasado 14 de marzo.
La misma fuente añadió que los aranceles impuestos oscilan entre el 5,6 % para el productor exportador que se beneficia exclusivamente de las subvenciones marroquíes y el 31,4 % para el productor que se beneficia tanto de las contribuciones financieras marroquíes como de las chinas de la BRI.
Y apuntó que los derechos compensatorios se suman a los derechos antidumping impuestos al mismo producto procedente de Marruecos el 12 de enero de 2023, que oscilan entre el 9 % y el 17,5 %.
Bruselas prolongará la protección comercial al acero y estudia medidas similares para el aluminio
La Comisión Europea propondrá mantener las salvaguardas comerciales que aplica para evitar el exceso de importaciones de acero hacia la Unión Europea más allá de junio de 2026, cuando expiran, y estudiará la posibilidad de adoptar medidas similares para el aluminio, tal y como informa EFE.
Ambas medidas forman parte del Plan de Acción para el Acero y los Metales presentado este miércoles por el Ejecutivo comunitario, que busca dar apoyo a un sector en dificultades por el exceso de capacidad de producción de acero a nivel global, en particular en China, que está inundando el mercado europeo de importaciones que tumban los precios.
La situación se verá agravada por los aranceles del 25 % al acero y aluminio impuestos por Estados Unidos y la Comisión no prevé que mejore hasta el 30 de junio de 2026, cuando expiran las salvaguardas actuales; más bien al contrario, espera que pueda deteriorarse aún más si otros países limitan las importaciones.
Salvaguardas al acero
Por ello, el Ejecutivo comunitario propondrá sustituir las salvaguardas para el acero a partir de 2026 por otra medida comercial a largo plazo que «proteja frente a los efectos comerciales negativos» del exceso de capacidad.
Las salvaguarda actual impone un arancel del 25 % a las importaciones de acero que superen una cierta cuota por encima de los niveles históricos de comercio.
Pero además, Bruselas advierte de que la situación se está deteriorando en el sector del aluminio, por lo que investigará si son necesarias salvaguardas comerciales también para este metal en cuanto se lo soliciten, algo que pueden hacer los Estados.
La Comisión estudiará asimismo introducir una regla para evitar que terceros países evadan estas tarifas, llamada de 'fundido y vertido', que le permitirá considerar como origen del bien el país donde se fundió el metal, independientemente de donde se procesase, para evitar que algunos países eludan las salvaguardas haciendo una mínima transformación en otras jurisdicciones.
El objetivo es ayudar a revertir una situación que ha llevado a que el peso de la UE en la producción mundial caiga en la última década al 8 % en el caso del acero y al 4 % en el aluminio mientras que otros países, en particular China y recientemente India, han expandido "masivamente" su producción, en buena medida a base de subsidios estatales, recuerda el documento.
En 2024, el exceso de producción global solo de acero representaba casi cinco veces el consumo anual de la UE.
Abaratar la energía
A ello se suma para agravar la situación el alto precio de la energía en el bloque comunitario, que es entre tres y cinco veces más cara que en Estados Unidos y representa una gran proporción de los costes de producción, del 17 % en el caso del acero y del 40 % en el del aluminio ya antes de la crisis energética, así como la falta de interés de los inversores por financiar la descarbonización del sector.
Para abaratar la energía, Bruselas remite al Plan de Energía Asequible presentado el mes pasado e insta a los países a usar la «flexibilidad» que dejan las normas europeas de ayudas de estado y de energía para rebajar los costes.
Estas les permiten por ejemplo rebajar a cero los impuestos para las industrias de alto consumo energético bajo ciertas condiciones o aplicar tarifas reducidas por el uso de la red para aliviar la volatilidad de precios.
El plan llama además a favorecer un rápido acceso a las redes eléctricas para estos sectores, así como a promover el hidrógeno como fuente de energía renovable para la descarbonización de la industria.
Además, la Comisión prevé ampliar el alcance del Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera – un arancel climático que grava las importaciones con mayor huella de carbono- para incluir ciertos productos hechos a base de acero o aluminio y evitar que los importadores hagan un «blanqueo ecológico» de estos productos, compitiendo de forma desleal con los europeos.