El trabajo de
devolución de los poco más de cien subsaharianos que la mañana del miércoles reventaron la valla de una Ceuta que celebraba la festividad de la Pascua del Sacrificio se hizo a contrarreloj, en un
operativo gestado prácticamente por sorpresa. Hubo una llamada directa del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Y una orden clara: había que proceder a la devolución de todos los inmigrantes y no precisamente a la península, sino a Marruecos. Fuentes de toda solvencia consultadas por este periódico detallan algunos entresijos todavía no conocidos. Hubo videoconferencia a tres bandas, con tres actores definidos: por un lado Grande Marlaska y por otro la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, y el jefe superior del CNP, Alfonso Sánchez. Ese miércoles, cuando todavía no habían sido encontrados todos los inmigrantes -hasta esa misma noche aparecieron dos más con lo que el saldo final fue de 119 personas-, ya se había dado una orden política sin precedentes. Directa de Interior. Todo debía llevar en la más absoluta de las discreciones. Tanto que cuando desde la sede de Colón llamaron a la decana del Colegio de Abogados pidiendo doce abogados,
nunca se especificó que era para aplicar la devolución a Marruecos.
A contrarreloj
Había que hacerlo en tiempo récord. Con una discreción clara para que ni los propios subsaharianos del CETI supieran el destino final.
Se temía una revuelta y no había Policía para controlarla, ya que toda se había destinado a ese menester: cumplir la orden del Ministerio. Sin descanso, a contrarreloj, en un trabajo nunca antes visto en la Jefatura, se consiguió que a las dos de la tarde del jueves, es decir, poco más de 24 horas tras la entrada, todos los subsaharianos estuvieran ya en el lado marroquí. Cada uno contenido por dos agentes. Todos en manos de los agentes vecinos que habían sido informados a pie de frontera esa mañana de la recepción de los inmigrantes. Al ministro Grande Marlaska ya le han pedido que comparezca de forma oficial para dar detalles del operativo. Interior ni siquiera ha dado datos, más allá de confirmar, horas después de que FAROTV hubiera publicado un vídeo de la entrega que ha cobrado tintes de histórico, los hechos.
Unidos Podemos ha sido la primera formación en solicitar de manera oficial esa comparecencia.