Hoy le he dado unas monedas a una persona. No es que sea muy tacaño, solo las doy a alguien que me pueda aportar algo.
Hace unos meses estuve en un campeonato de ajedrez en un pueblecito de Málaga, con un coqueto arte marino, en San Pedro de Alcántara, y me dio un sabio consejo una persona que está pidiendo en la calle, hoy nuevamente me ha dado una información muy buena para un visitante de este bello paraje español.
Además se ha abierto como un bivalvo, cuando se le cuece, y me ha dado una extraordinaria historia que os voy a relatar.
"Yo he sido un hombre afortunado en el trabajo. No temo al sol, ni a nada que me pueda ofrecer un duro para mi casa, ahora la verdad que sí me da vergüenza de estar en esta situación de pedir limosnas para encontrar un pedazo de pan para llevármelo a la boca.
Aunque debo de reconocer que nunca me faltaría un plato de comida caliente al día.
Pero las circunstancias son las que estoy endosando ahora mismo.
He trabajado desde recogedor de uvas, guarda jurado, y un largo etc.
Pero tuve un gran percance en mi vida.
Me enamoré perdidamente de una persona y me casé.
!Que gran equivocación!
Tuve una hija y después de una terrible separación me veo en la calle, sin mis posesiones que fui construyendo poco a poco, con los sudores de mi frente.
Pero no puedo hacer otra cosa, según mis abogados.
Me quedé en la calle, sin derechos de ningún tipo, aquí te puedo presentar todos los papeles, que según me dicen: no valen para nada.
Luego escucho por ahí cosas terribles, calificadas como: ‘violencia de género’, y me acuerdo de mi caso.
Pero los buenos consejos de mis amigos, de mi abogado, me han hecho ir por el buen camino de la resignación.
Los principios de la lealtad, que me infundieron en Ronda, en la Legión, me hacen respetar una cosa esencial: el valor de la vida.
Yo estoy aquí en una esquina, pero por lo menos ayudo a la gente y ellos me dan lo que tienen suelto en el bolsillo.
Yo os quiero y sois todos mi familia.
Gracias por lo que me has dado compañero".
Los palos del sombrajo se me cayeron, pero por lo menos veo serenidad y saber lo que hacer en unos momentos tan delicados de una vida de un hombre.