La puesta en funcionamiento de la zona de embolsamiento en Loma Colmenar, que ha llegado tarde, pero que al final es una realidad, permite, a partir de ahora, a las dos administraciones unas posibilidades que no se tenían hace unos meses. Como hoy damos a conocer en nuestras páginas, lo que ahora mismo se está barajando por parte de la Delegación del Gobierno es que la zona de embolsamiento sea la parada obligada para todos los vehículos que quieran entrar en Marruecos y, a partir de este explanada, ir dando salida a los mismos en dirección a la frontera.
Por supuesto, habrá una serie de filtros que no mezclarán a los turistas con los vehículos patera, o en la canalización habrá prioridad para quienes no llevan mercancías con destinos al vecino país.
Con ello, el principal logro que se pretende obtener es que los atascos en la N352 pasen a la historia, mientras que se terminan las obras. No olvidemos que estamos hablando de inversiones que aún tienen un mínimo de tres a cuatro años por delante, porque aún no se ha terminado la primera fase y la segunda está, como mucho, a nivel de anteproyecto.
Por tanto, es una decisión que tiene una duración a medio y largo plazo. De esta manera, si esta idea cuaja, no tendría porque fracasar, si la colaboración entre todos es fluida y leal, sin que nadie busque ponerse medallas, la conocida por todos los ceutíes como la Carretera Nueva estaría despejada en su último tramo hasta la misma frontera, donde los únicos autorizados para llegar hasta el paso fronterizo, sin pasar por la zona de embolsamiento, serían los autobuses y los taxis. Un operativo que, de salir bien, produciría una mejora después de tanto sufrimiento.