Del encuentro entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Juan Vivas, se pueden extraer varias conclusiones. Lo que menos importa, desde luego, es el contenido de las peticiones que hizo el jefe del Ejecutivo a Sánchez o los proyectos que el Gobierno central tiene previsto realizar en nuestra ciudad. Y decimos que es lo de menos porque son harto conocidas las posiciones de cada una de las dos partes.
Lo esencial es que dos administraciones de distinto signo político están dispuestas a trabajar de manera conjunta. Algo que, por supuesto, debería parecer una obviedad no lo es tanto, porque ya tenemos experiencias anteriores que han fallado estrepitosamente. Ahora debe dársele a todos una nueva oportunidad para que ese entendimiento sea posible, ya que al final lo importante es que serán los ciudadanos de Ceuta los que se vean beneficiados.
Indicar asimismo que otra cuestión esencial es que con la recepción a los presidentes autonómicas de Ceuta y Melilla se ha puesto punto y final a los encuentros que el presidente Sánchez ha tenido con todos los presidentes autonómicos. Una cuestión esencial dentro de la importancia que tienen las dos ciudades autónomas en el marco del Estado de las autonomías.
Volvemos a repetir, desde luego, que la lealtad institucional es básica, no solamente porque se trata de un mandato constitucional, sino también porque resulta que los intereses generales deben estar por encima de los intereses partidistas que pudieran tener legítimamente unos y otros. Por tanto, confiemos en las conclusiones de este encuentro.