Un periodista que vivió los meses de guerra por tierra, mar y aire, así como en las trincheras, con gran razón escribió “…Algunos llamaban guerrita a Ifni/Sáhara y a mí me hubiera gustado ver a más de un encopetado que hubiese estado en ese conflicto bélico, que costó muchas vidas, y muchos españoles ignoran que el llamado Ejército de liberación Marroquí llegó hasta el mismo Sidi Ifni, a las puertas del Aaiun, y allí dejaron nuestros soldados su ejemplar conducta, muchas veces ignorada…” (Ramiro Santamaría).
Culto al valor y al heroísmo
La heroica muerte del Brigada Legionario Francisco Fadrique Castromonte es uno de esos más de 10.000 muertos en La Legión española que entregó a la Patria, tanto en acción de guerra como en misiones de paz fuera de nuestras fronteras. Y ahí estaba el Teniente que, en los Balcanes, cuando iba a llevar medicinas, fue abatido.
Aquellos que, por ignorancia y odio hacia todo lo militar, hacen tristes y vergonzosos comentarios sobre la Legión, deberían saber que su fundador José Millán Astray y Terreos, al fundar este glorioso cuerpo, se documentó en la Legión Extranjera francesa y en su Credo en el “Código Bushido” japonés y, por tanto, no era ningún loco. Cierto es, que era un poco excéntrico y llamaba a las cosas y a los hechos por su nombre, lo que hace que se le pueda dominar como todo un caballero. En su vida siempre ayudó a los más humildes, y su honradez la dejó escrita en la pobreza que siempre le acompañó. Pidió ser enterrado en una tumba en tierra con esta inscripción “…Señor, caridad y perdón. Aquí yace José Millas Astray, Caballero Legionario”.
Pero quizás para entender mejor cómo es la Legión y los legionarios, habría que atender a las palabras de un periodista que estuvo alistado en las filas de la Legión, diciendo “Soldados de España, soldados de la Legión, son sucesores de aquellos históricos legionarios de los Tercios de Flandes que mandados por el Soldado Duque de Alba mantuvieron sus guiones y estandáres invictos. Pues no hay que olvidar que los Tercios se retiraron de Flandes obligados por la política y no por la derrota”. (José Ramón García Díaz. Periodista y Caballero Legionario. Berna 1949).
Lo que sí es cierto, y los hechos así lo avalan, es que la Legión tuvo una brillante participación en la Campaña Ifni/Sáhara. Debe citarse también que, en dicha Campaña los soldados de reemplazo dejaron muy alto el concepto del valor y heroísmo. Además, tenían especial mérito porque apenas habían sido instruidos para tácticas de combate, algo que los españoles debieran sentir con orgullo, como sucede en otros ejércitos extranjeros, en los que sus ciudadanos admiran a quienes, al servicio de la Patria, llegan a ofrendar lo más sagrado del ser humano: su propia vida. Ejemplo de ello es cómo en EEUU, desde el Presidente de la Nación hasta los congresistas o los ciudadanos sienten un gran cariño por sus soldados, y así lo expresaba Theodore Roosevelt “…En West Pont se preparan hombres para que triunfen en las guerras. Pero vale la pena observar que también los habéis preparado para que triunfen en la paz…”.
El texto de la concesión de una Laureada
Creo que para narrar el heroísmo y valor que derrochó el Brigada Fradique, así como todos los componentes de la XIII Bandera, merece reproducir este texto “…El Brigada legionario Francisco Fradique Castromet, excelentemente conceptuado por su espíritu militar y dotes de mando, amor al servicio y valor, el cual se encuentra el 13 de enero de 1958 al mando de la 3ª Sección de la 1ª Compañía de la mencionada Bandera se ofreció voluntariamente para intervenir con su Sección en la acción que llevaba a efecto la 2ª Compañía de la Bandera, correspondiéndole avanzar por el lecho seco de la Saguía el Hamra, al mando de 31 hombres, incluidos los mandos del pelotón, siendo atacado por el enemigo desde diversos puntos y sufriendo bajas, a pesar de lo cual, prosiguió el avance”.
El enemigo recibió refuerzos, contando con el doble o triple de efectivos que la Sección del Brigada Fradique. Así, el enemigo atacó por el frente y los flancos, y lo hizo a tan poca distancia que el combate se caracterizó por ser una constante lucha cuerpo a cuerpo. Tras intentar enlazar con su Capitán para recibir instrucciones, decidió asar a la defensiva, deteniendo con su fuego el avance enemigo, rechazando los ataques sucesivas veces, superando las bajas más de la mitad de la Sección, demostrando desinterés por sus heridas y un gran amor por sus subordinados, ordenó el repliegue a sus legionarios. El legionario proveedor del Fusil ametrallador tenía que proteger ese repliegue, dando un continuo ejemplo de arrojo y valor, ordenando posteriormente la retirada de los dos Cabos, quedando él en compañía del legionario Juan Madral Oleaga. En ese momento era herido en una pierna. No obstante, continuó en la lucha. El legionario Madral cayó muerto y, de nuevo, el Brigada Fadrique fue herido en el vientre. Fue herido de muerte en la cabeza, y cayó gloriosamente gritando ¡Viva la Legión!. De los 31 hombres de la Sección 20 fueron bajas, entre ellos, los tres mandos del Pelotón.
Orden Circular de 10 de Febrero de 1958. Diario Oficial del Ejército nº35 de 13 de febrero de 1958. Méritos del Brigada Francisco Fadrique Castromonte por lo que se le concede la Cruz laureada de San Fernando (Individual).
De la cruzada del combate de Edchera reproduzco el testimonio del entonces Cabo 1º Jaime Tur Jeremías, Jefe del Pelotón de Morteros “…Lo que tenía a la vista en un espacio reducido lanzamos 324 granadas –toda la dotación- y al final entre los muertos vi cuerpos humanos de rostros increíblemente desconocidos, que murieron desangrados, y el día 15 estuve en el Cementerio enterrando a los 40 muertos del combate de Edchera…”.