Las redes radicales marroquíes, objetivo de las fuerzas de seguridad

La radicalización del sector juvenil es el más temido entre las entidades religiosas que saben de los intentos de penetración que tienen las redes más extremistas asentadas en el vecino país.

En barriadas como Hadú o el propio Príncipe y Benzú se trabaja para evitar que los jóvenes en paro terminen contaminándose con este tipo de ideas. Internet está en el punto de mira y la profusión de videos de elevado contenido radical que son visionados en reuniones que mantienen grupos de jóvenes preocupa y mucho. Distintos líderes de comunidades islámicas de peso ya lo han hecho saber en sus reuniones, temerosos de que se intente una mayor penetración de ideas radicales, impuestas desde el vecinos país, que hagan que sean más los jóvenes que quieran marchar a Siria para participar en cualquier actuación radical.
De hecho se sospecha de la marcha de otro grupo de ceutíes reducido, extremo éste que no ha sido confirmado por las fuerzas de seguridad que, a preguntas de ‘El Faro’ señalan que “sí, hemos escuchado muchas informaciones al respecto, pero certeza de que haya habido otro viaje no tenemos”. Tampoco lo tenían el pasado mes de abril, cuando comenzaron los rumores de la marcha de tres jóvenes que se conocían del sector del taxi a Siria, tras haber mantenido contactos con marroquíes. Al final aquellos rumores dieron forma a una noticia real que terminó con la cadena de llamadas avisando de que los tres habían muerto. Poco después sus familias presentarían denuncia formal por sus respectivas desapariciones, pero cada una por su cuenta, nunca unidas.
El mundo del desempleo, el tráfico de drogas y las charlas de marcado contenido radical dan forma a un auténtico cóctel molotov que termina haciendo daño en barriadas deprimidas en donde se teme que el radicalismo vaya a más. De hecho, en base a informes de las fuerzas de seguridad, se tiene constancia de que muchos de los extremistas que han sido detenidos o que finalmente han estado vinculados con actos radicales tienen un pasado relacionado con el mundo de las drogas o el tráfico de vehículos robados. Entre estos negocios delictivos crece el sustento económico del terrorismo más radical. Algo que es temido, y mucho, en Marruecos, hasta el punto de que cualquier persona que sea detenida conduciendo un vehículo con las placas cambiadas es detenido y acusado directamente de posible vinculación con el terrorismo yihadista.
Las fuerzas de seguridad trabajan en conocer de cerca las relaciones entre grupos de jóvenes ceutíes y radicales marroquíes, así como en saber de los encuentros que se están llevando a cabo para la penetración de este tipo de ideas.

Una mayor atención a la secta de los tafkiris

La secta de los tafkiris aparece detrás de muchos movimientos radicales, de hecho las fuerzas de seguridad sospechan que fueran éstos los que pudieron influir en la marcha de los tres ceutíes a Siria. También se cree que están detrás de la captación de varios jóvenes en la ciudad hermana y detrás de la marcha de una joven ceutí que ahora se encuentra en Melilla y que podría estar bajo el control de esta secta. Los tafkiris son considerados una de las sectas más peligrosas dentro del mundo del yihadismo y en torno a la misma hay abiertas varias investigaciones. Constituyen una preocupación para las fuerzas de seguridad por el control que pueden intentar ejercer sobre determinados colectivos a cuyas reuniones internas resulta muy complicado de acceder para obtener una información veraz y no otra que esté contaminada para satisfacer a determinados intereses. En Ceuta se sospecha de la existencia de enlaces para captar a jóvenes en el mundo del radicalismo.