Reconozco que el nombre no me gusta. Eso de operación Guadiana queda ridículo, pero no seré yo quien me ponga a elegir los nombres con los que las fuerzas de seguridad bautizan sus logros. Sí, en cambio, resulta cuestionable los balances electoralistas que nos quieren meter entre ceja y ceja y que se traducen en comunicados cuando menos irrisorios. Que el saldo de cientos de agentes en las calles se reduzca a identificaciones masivas, unas cuantas denuncias y un kilo de hachís decomisado provoca el efecto contrario del que pretende la clase política. Me explico. Está claro que la difusión de todos estos controles persigue lo que tanto le gusta a don José, extender una seguridad visual que termine con la pantomima esa de la inseguridad subjetiva. Las mentes de quienes nos mandan, que está claro que funcionan de forma distinta a las del resto, consideran que montando este tipo de controles los maleantes delinquirán menos y la estadística de robos, atracos y demás bajará. Está claro que no lo consiguen, y lo más que provocan son colapsos de tráfico, mientras que siguen sucediéndose delitos en las calles. Y esos delitos existen porque hay armas, porque hay negocio activo y porque hay quien sustenta este tipo de actuación al margen de la ley. Contra esto todavía no se ha montado operación Guadiana que valga, y lo más que se ha hecho es sacar uniformes a las calles para recordar a la población que sus impuestos se utilizan bien y que los funcionarios con pistola son dirigidos adecuadamente por sus mandos políticos.
La efectividad de esa farándula termina en la misma plaza de los Reyes y, de cara al ciudadano, cumple hasta un horario determinado. O sea que los chorizos, traficantes, delincuentes de poca monta y de alto copete saben a qué hora se monta la ‘Guadiana’ y cuándo no deben ser más malos de lo normal. De aquí a las elecciones seguirán vendiéndonos la cantidad de gente que identifican (¿cuándo nos tocará a nosotros?) y la ristra de denuncias que interponen. Y de aquí a las elecciones tendremos los mismos puntos de venta de coca, heroína, hachís y pastillas que todos conocen y que no se erradican. Mira, si don José quiere triunfar, podía montar una ‘Guadiana’ en esos puntos negros y llevarse, a base de identificaciones masivas, a todos los narcos y a su lista de chivatos que viven gracias a un sistema de ineptos con carné profesional.