-
Obimace remata el proyecto que multiplica los accesos a la vallas que guían al nuevo paso
-
La explanada bajo el terreno de Jomasa y una calle serán las primeras zonas embolsamiento
-
Ambas administraciones barajan ahora que la apertura sea el próximo lunes 27
El filtro que la Ciudad Autónoma ultima ante la inminente apertura del Tarajal II tendrá capacidad para proporcionar un tránsito fluido a entre 3.000 y 4.000 personas, según los responsables de la infraestructura que conduce a los porteadores hasta el nuevo paso de mercancías. Desde la salida de la instalación competencia de la administración local a la salida de Marruecos, distan unos 1.000 metros que pueden contener a unas 2.000 personas en tan solo dos filas, según los cálculos gubernamentales. Una cifra que, con una circulación ágil, puede regular una afluencia mayor. Una ‘autopista’ en comparación con las condiciones que reúne el actual paso, el puente del Biutz, y en la que las autoridades tienen depositadas sus esperanzas.
De forma paralela, el Gobierno autonómico contará para la puesta en marcha del Tarajal II con dos zonas de embolsamiento de porteadores, es decir, lugares en los que acumular a los camalos. Con independencia de los acuerdos a los que la Ciudad haya podido llegar con Jomasa para la cesión del terreno que en estos momentos es objeto de movimiento de tierras, según los responsables de la planificación previa a la apertura, la inauguración del paso dispondrá del aparcamiento debajo del terreno de Jomasa y la calle que corre paralela al muro donde ahora se han abierto cuatro accesos en dirección al Tarajal II. Es decir, que para empezar su actividad no necesitará de la explanada en la que trabaja ahora la empresa contratada por la Ciudad.
La fecha definitiva de estreno está al orden del día en las agendas de trabajo de ambas administraciones. Después del intento –en vano– de forzar su activación mañana lunes 13 y su prórroga al viernes 17 –día de descenso en la actividad de porteo–, la Ciudad Autónoma y la Delegación del Gobierno barajan ahora el lunes 27 de febrero –de este año– como la nueva prueba de fuego para poner en marcha el nuevo paso de mercancías de Ceuta a Marruecos.
Aunque, como siempre se desliza como observación en estas informaciones, “casi con total seguridad” entrará en funcionamiento este mes porque la rotundidad en anuncios anteriores, y respectivos aplazamientos, ha restado crédito a cualquier plazo dado, proceda del lado de la frontera que sea.
Por parte de la Ciudad Autónoma, los remates a las obras complementarias bajo su responsabilidad –previas a la activación del paso de mercancías– ya se encuentran a expensas de los remates. Desde Obimace informaron de que desarrollan las actuaciones según lo previsto y tienen programado finalizar las actuaciones mañana lunes, o bien, en los próximos días. Solo quedan pendientes un par de perfiles de los nuevos accesos al vallado que conduce al Tarajal II.
La nueva prórroga en su apertura hacía preferible esperar al lunes para continuar con los trabajos, dadas las condiciones climatológicas vaticinadas para este fin de semana y porque ya no urgía. De mantenerse el lunes 13, hubiesen trabajado durante el fin de semana, señaló el Gobierno autonómico. No obstante, la práctica obligará a repasar algunos detalles ya que pueden surgir imprevistos sin mayor importancia, apuntó la administración local.
La obra ejecutada por Obimace ha consistido en multiplicar la única entrada por cuatro, dos para mujeres y dos para hombres. En primer lugar, la sociedad municipal niveló los pasillos de entrada en las vallas que encauzan a los porteadores hacia el Tarajal II. A continuación, los operarios instalaron las barandillas correspondientes donde delimitaron tres zonas de paso: entrada para caballeros; acceso para señoras y una tercera de salida. Éstas desembocan en un paso donde existen dos zonas diferencias y, dentro de las mismas, se subdividen en otros pasos: un par por cada género, según detallaron los encargados de las obras.
El proyecto exigió el derribo de muros, trabajos de soldadura, cambio de sentido de las puertas de seguridad, recrecimiento del terreno en algunos puntos... Unas actuaciones que tampoco entrañan mayores complicaciones pero que han servido para su adaptación a las necesidades que los responsables indicaron y ejecutadas en un corto periodo de tiempo. Algunas de las mejoras suponen que la infraestructura cuente con puertas de emergencia que faciliten que los porteadores con un bulto de dimensiones excesivas pueda desalojar la zona sin contratiempos.
Temor al repunte del porteoen vehículos
Las Fuerzas de Seguridad sospecha que la limitación del tamaño del bulto mediante arcos hará que aumenten los intentos por otras vías
Al otro lado de la frontera del Tarajal, los artífices del comercio transfronterizo ya maquinan cómo mantener el volumen de mercancías que entra en Marruecos procedente de la ciudad autónoma. La inminente apertura del Tarajal II, y las restricciones al paso que lleva aparejada, ha hecho que salten las alarmas entre los promotores de este negocio, quienes se niegan a reducir sus ingresos.
Como reza el pasquín oficial que la Ciudad Autónoma ha comenzado a distribuir, “para alcanzar la máxima fluidez en el transporte de bultos a través de dicho paso –Tarajal II– en régimen de viajeros se autorizará solo y exclusivamente aquellos que no excedan de las medidas de 60x60x40 centímetros”. Una disposición, en vigor desde hace años, pero que ahora se endurecerá a fin de dignificar la forma de ganarse la vida que tienen los porteadores. La incorporación de nuevos arcos –en total cuatro– hacia el Tarajal II, los cuales determinarán qué fardos se ajustan a las dimensiones autorizadas, ha oficializado la intención de paliar la explotación a la que se somete a unas personas cuyos bultos les aplastan a ellos y, de paso, a los derechos humanos.
El efecto que tendrá la reducción del tamaño de los paquetes afectará a su valor porque serán necesarios más viajes para trasladar los mismo productos que antes portaban en solo uno. Un razonamiento que, sospechan las Fuerzas de Seguridad, llevará a potenciar su transporte a bordo de vehículos dedicados al porteo porque puede hacerse a mayor escala que a pie.
La frontera del Tarajal fue testimonio de esta táctica esta misma semana. La respuesta de las autoridades españolas ha sido tajante: todo aquel vehículo que no reúna las condiciones técnicas para circular por la ciudad autónoma, tendrá prohibida su entrada en Ceuta. De modo que los agentes españoles les obligan a dar la vuelta dentro del propio paso fronterizo. Los repetidos intentos de los coches pilotados por porteadores, y la consecuente negativa en territorio español, provocó colapsos en Bab Sebta que alargaron las esperas para acceder a Ceuta hasta seis horas, según el testimonio de los atrapados. Ésta y otras medidas serán acordadas en las sucesivas reuniones que mantengan las autoridades de cara a la entrada en funcionamiento del nuevo paso habilitado para mercancías.
No obstante, los continuos aplazamientos en la apertura del Tarajal II también están dando oportunidad a las naves consigna a sacar la mayor cantidad posible de artículos antes del endurecimiento de las restricciones que traerá la fijación del gálibo sobre el bulto. Según comerciantes, ha provocado que esta semana el fardo cotizase a cien euros.
La Ciudad Autónoma hizo un llamamiento para que todas las partes implicadas pongan de su parte y respeten las dimensiones máximas del tamaño del bulto por agilizar el tránsito y por la seguridad de las personas implicadas.