El informe, encargado por la Consejería de Sanidad de la Ciudad Autónoma, concluye que los niveles de partículas PM10 y CO2 que se están registrando se encuentran dentro de los límites y porcentajes seguros para la vida humana.
La Consejería de Sanidad y Consumo ya tiene en su poder los resultados de las mediciones de emisiones de partículas y gases contaminantes de la central eléctrica de Endesa que encargó. La principal conclusión es tranquilizadora para los vecinos de los alrededores, que estaban preocupados por los posibles efectos sobre su salud. Según confirmaron fuentes oficiales a ‘El Faro’, el estudio recoge que en cuanto al incremento de partículas PM10 y a los valores de emisiones de CO2 no se han registrado índices y porcentajes que pudieran ser perjudiciales para la salud del ser humano. En este sentido, el aumento de mortalidad se relaciona con el incremento determinado de unos niveles de emisiones de diversos contaminantes que no es el que se ha registrado en Ceuta.
Las partículas PM10, las asociadas a los compuestos más tóxicos y las que componen la fracción respirable, se encuadran dentro de las llamadas ‘partículas en suspensión’, que abarcan un amplio espectro de sustancias sólidas o líquidas, orgánicas o inorgánicas, dispersas en el aire, procedentes de fuentes naturales y artificiales. Se trata de aquellas con diámetros que van desde muy por debajo de 0,1 milímetros hasta 5-10 milímetros y que permanecen suspendidas en el aire. Las más grandes caen rápidamente cerca de la fuente que las produce. Los elementos que encontramos en las partículas varían mucho según las fuentes que las producen, pero, en general, los principales componentes son carbono, material alquitranado (hidrocarburos), material soluble en agua, como el sulfato de amonio, y material insoluble conteniendo pequeñas cantidades de hierro, plomo, manganeso y otros elementos, como por ejemplo, los polen.
La revisión de las guías de calidad del aire de la OMS, así como la normativa europea, establecen los límites referidos a las PM10. Desde el 2005 el límite anual era de 30 µg/m3 mientras que el diario era de 50 µg/m3, pudiéndose sobrepasar éste durante 25 días al año. A partir del 1 de enero de 2010 el límite anual bajó hasta los 20 µg/m3 mientras que el límite diario se mantuvo en los 50 µg/m3, pudiéndose sobrepasar sólo 7 días al año.
Varios estudios han destacado la relación entre la polución, las muertes prematuras y las diversas enfermedades. La conclusión alcanzada por los científicos es que la contaminación ambiental está directamente relacionada no sólo con el aumento de las urgencias cardiovasculares en las ciudades, sino con un porcentaje de las muertes de sus habitantes. En el caso de las ‘partículas en suspensión’ se observa una relación similar. Estos contaminantes suponen uno de los principales agentes patógenos que se encuentran en el aire de las ciudades. Entran con facilidad en el aparato respiratorio, pasan al torrente sanguíneo y provocan problemas cardiovasculares y respiratorios.
Estas razones, sumadas a las que se producen en la vida cotidiana, son las que llevan a los vecinos de Ferrocarril y sus alrededores a desconfiar de la central eléctrica y sus emisiones de contaminantes.
La ciudad. Encargó el estudio a una empresa privada
Hace aproximadamente un año la Ciudad, con Yolanda Bel a la cabeza, se reunió con los vecinos de Ferrocarril y les prometió que se realizaría un estudio paralelo al que hace la propia Endesa para certificar los resultados. Para garantizar la fiabilidad del mismo se lo adjudicó a una empresa privada que es la que lo ha hecho.
Desconfianza. Los vecinos dudan de los resultados
Los vecinos de Ferrocarril ya manifestaron en su día su desconfianza en los resultados que pudiera arrojar este informe. Ellos aseguran que la Ciudad les prometió que se buscaría una nueva ubicación para la central, pero los últimos movimientos realizados parecen indicar que, por contra, Endesa podría extender sus instalaciones hacia unos terrenos cercanos con la colaboración del Gobierno de la Ciudad Autónoma.