Acostumbra a pasar en campaña: los políticos tienden a apropiarse de los proyectos. Y así llegamos a la ridícula situación vivida con el anuncio de las bonificaciones. Si analizabas la información difundida por el PSOE te enterabas de que habrá más y mayores bonificaciones gracias a la labor de los rojos. Si en cambio atendías a la siempre presente Luz Elena Sanín, entonces te dabas cuenta de que han sido los populares los autores de ese desbloqueo con lo que hay que agradecerles esa bonificación y que además tengamos una camiseta de lo más ‘adelantada’: ya no tienes que decir ‘Viva-Vivas’ porque tu camiseta lo dice por ti. Es genial. Si hablamos del acuerdo de la Cámara con el BBVA, nos entra el mismo desconcierto. Si Vivas firma... será porque la administración local habrá puesto dinero. Pues no, resulta que va en plan testigo. ¿De quién será entonces el logro?, ¿del área de Comercio, de los empresarios o del banco que pone el dinero? Estamos en elecciones y quien más quien menos debe llevarse el gato al agua.
Dicen que el próximo fin de semana lloverá. Poco, pero lloverá. Lo suficiente para que don Juan acuda a los pantanos con seguimiento incluido de los periodistas para que, como quien no quiere la cosa, insinúe que anoche habló con Dios y le dijo que echara algunas gotillas. Será, pienso yo, que le debe algún que otro favor de la época de Gómez Hoyos. ¿Se acuerdan?, sí aquel que engañaron como a un chino, ¿qué quedó del puesto prometido?
Ahora, quizá me equivoco y vemos al crack haciendo el baile tribal en plena plaza de los Reyes para que los ciudadanos entendamos que la lluvia ha venido gracias a él, que también le deberá alguna. Nos queda una semana de locos, de locuras, de merchandising, de camisetas, de nuevos tour y más ‘inshala’. Y usted y yo, que lo veamos. ¿No?