La lacra social de la Violencia de Género está en aumento. O cada vez hay más casos o cada vez se denuncian más los existentes, aunque la evolución de la estadística podría ser una mezcla de ambos factores negativo y positivo.
Según los datos facilitados ayer por la Delegación del Gobierno, actualmente son casi 200 las ceutíes bajo seguimiento policial, un número escandaloso en una ciudad que no llega a los 100.000 habitantes y que debería alarmar al conjunto de la sociedad y a los responsables institucionales.
Se trata de una cifra casi un 25% más alta de la que se registraba hace doce meses. Además, en lo que va de año los agentes de la Policía Nacional y la Local han recibido 141 nuevas alertas, un 15,5% más que en el mismo periodo de 2022.
Por si fuera poco, son 190 los casos de malos tratos en los que se tiene constancia de la existencia de menores en situación de vulnerabilidad, riesgo o especial relevancia. Frente al bochornoso negacionismo de la existencia del terrorismo machista, el resto de la sociedad cabal debe unir fuerzas alrededor de las víctimas para erradicar este drama que demasiadas veces termina en tragedia.